“Nosotros somos comunidades muy bien organizadas y sabemos que si se acaba el agua ¿Qué nos queda?… nada, moriríamos es por eso, que vamos a luchar por nuestro cerros”, dijo Esperanza Ortega, quien junto a pobladores de diversos caseríos de Arcatao, Chalatenango, solicitaron al gobierno local una consulta popular para “blindarse” contra la minería metálica.
En un acto público fue entregada, este fin de semana, la solicitud formal por parte de las comunidades al Concejo edilicio de Arcatao, atendiendo el marco jurídico del Código Municipal que estipula entre los artículos 115 y 117, la facultad de los pobladores a demandar una consulta popular para tratar temas de relevancia -que consideren- tendrá incidencia en su territorio.
“Allá por el año 2005, la empresa minera Commerce llegó a nuestro municipio… sin aviso o permisos cortaron los cercos de algunas propiedades para ingresar y hacer exploraciones. Venían con su maquinaria, pero ahí en el desvío entre Guarjila y San Antonio Los Ranchos los esperamos y les dijimos que no iban a pasar … un compañero se acostó a lo largo de la calle – y les dijo- si pasan tienen que pasarme encima primero y de la gente … y se fueron”, reseñó Esperanza Ortega.
Esta incursión de Commerce Group, el pasado 2005, en las tierras altas en Arcato, afirmó su Alcalde José Alberto Avelar, dejó “un mal sabor de boca” entre las comunidades del municipio, que temen que el paso holgado del río Sumpul, una importante fuente de recurso hídrico que se desplaza por el territorio a lo largo de sus 77 kilómetros de longitud, y línea geográfica natural entre El Salvador y Honduras, resulte contaminado por metales pesados, producto de la minería metálica.
“Yo no estaba en el gobierno municipal cuando ocurrieron los hechos, pero sé que no tenían permisos de exploración ahí pasaron en una expedición de evaluación y blanco eran los cerros Eramón, Patacón y La Cañada, que son vitales para la población; esto nos proveen de agua, tierra fértil y aire limpio”, explicó.
El municipio de Arcatao o “Casa de Serpientes” se erige al Norte del Cerro Eramón, a 135 kilómetros de la Ciudad de San Salvador, es el cuarto municipio de Chalatenango en realizar estas inéditas consultas populares para peticionar una ordenanza municipal que declare “Territorio Libre de Minería” su territorio.
Arcatao es el cuarto municipio, luego que sus vecinos San José Las Flores, San Isidro Labrador y Nueva Trinidad realizaran sendos procesos de consulta con el Padrón Electoral que les proporciona el Tribunal Supremo Electoral (TSE) a través, del voto directo y secreto, opten por defender su municipio, y bajo la observación de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDHH).
Los pobladores y gobiernos locales están claros sobre la importancia de la Ordenanza Municipal, frente a las incursiones de la transnacionales mineras, como el caso en San Isidro Cabañas, con el proyecto “El Dorado”, donde la Pacific Rim ahora, Oceana Gold, ha demandado por 301 millones de dólares, al gobierno salvadoreño por no dejarlos explotar el filón de metales preciosos de la zona.
“Este es un municipio muy tranquilo, solo en el año 2013 tuvimos una persona fallecida de manera violenta y concretamente desde hace dos meses, las autoridades policiales no reportan ningún tipo de delito, entonces queremos seguir con nuestra dinámica en la Feria de los Pueblos Vivos (MITUR), donde nos insertamos en la -Ruta Histórico Cultural-, que es un circuito que compartimos con San Antonio Los Ranchos, San José Las Flores, Nueva Trinidad y Arcatao, porque estamos en la misma ruta y compartimos el pasado sobre el conflicto armado, la repoblación y la reconstrucción es el segmento de “Voces de Historia Viva” con testimonios de las personas que sobrevivieron a esa década y que puede servir hasta de estudios sociológicos a universidades o escuelas sobre nuestro reciente pasado; estamos más interesados en esta dinámica productiva”, acotó.
El municipio de Arcatao cobija a 3 mil 121 pobladores, muchos ex combatientes del FMLN, cuyas comunidades se dedican a la agricultura y ganadería y al turismo, como las caminatas al cerro La Cañada y de la cascada El Barío, una cascada natural para los que gustan del ecoturismo.
José Denis Orellana en representación de las comunidades reiteró el mensaje de la defensa del municipio y de los recursos naturales, de los cuales dependen en su diario vivir. “Estamos obligados a defender este territorio a costa de lo que sea, quiero agradecer a nombre de la población a nuestro gobierno local, por su disposición a escucharnos y atendernos cuando lo estamos solicitando y al grupo gestor y organizaciones ambientalistas y sociales por la orientación de nuestras inquietudes”, indicó.
El proceso de admisión para la consulta ciudadana contó con más del 40% exigido por el Código Municipal al presentar 871 firmas de los pobladores, que tendrá su trámite correspondiente el 23 de septiembre, para una respuesta edilicia. De ser favorable la consulta, esta sería realizada el próximo domingo 8 de noviembre del presente año.
Katie Chambers, de la organización “Ciudades Hermanas” (Estados Unidos) que trabaja en colaboración con la Asociación para el Desarrollo de El Salvador (CRIPDES) y la Coalición de Aliados contra la Minería Metálica (Australia, Canadá, EEUU), acompañan la iniciativa de los lugareños, que consideró importante que este tipo de empresas transnacionales no exploten indiscriminadamente los pocos recursos naturales de otros países.
“Estamos preocupadas y esperamos que no les den permisos (de explotación) cuando la población se niega -no tiene sentido- que busquen venir a explotar estas tierras”, dijo.
En cuanto a la incidencia jurídica entre un Tratado de Libre Comercio (CAFTA-DR), y una ordenanza municipal, Chambers explicó que mediante la denuncia e información constante sobre lo que sucede en otros países, frente a las empresas mineras internacionales, se pueden lograr cambios en la visión de los pueblos para rechazar este tipo de actividades económicas.
“Aquí debe mandar la ley de acá (El Salvador) es muy importante, porque su país, tiene una historia muy fuerte de no escuchar a los ciudadanos y ciudadanas, entonces ahora es muy importante escuchar a la población y no a las empresas transnacionales que -si tienen mucho poder económico- pero creemos que si hay un movimiento social de la población podemos crear diferencias y hacer buenas cosas. Como ciudadanas internacionales estamos escuchando y escribo un blog donde trabajamos para apoyar a la gente”, expresó.
Mientras, Bernardo Belloso, de CRIPDES, celebró la decisión de las comunidades de someterse a este proceso de consulta, que trasciende a un proceso de educación y concienciación de los derechos civiles, con los que cuentan como ciudadanía del Estado salvadoreño.
“Esta problemática de la minería metálica en nuestros territorios, no ha sido un proceso fácil … hay una lucha de organización e incidencia que hemos venido desarrollando y que solo ha sido posible por esta participación seria que hemos tenido con las ADESCOS, los líderes comunales y particularmente con este Grupo Gestor que se comprometió y trabajó por más de dos meses visitando comunidades generando discusiones y debates, para que las mismas comunidades sean las que tomen la decisión de lo que quieren para el municipio y sus recursos naturales”, explicó.