El Ministerio de Energía y Minas acaba de aprobar el Estudio de Impacto Ambiental (EIA), del mega proyecto de cobre Las Bambas de la empresa Xstrata. Como se sabe la aprobación del EIA es la verdadera “luz verde” para cualquier proyecto minero.
En realidad, la aprobación de este EIA era previsible y figuraba en la larga lista de EIAs que el Ministerio de Energía y Minas pretende aprobar antes del próximo 28 de julio. El propio presidente peruano calificó a Las Bambas como el contrato y el proyecto del siglo. Además, el Ministro de Energía y Minas, Pedro Sánchez, estuvo presente en la ceremonia de colocación de la primera piedra de lo que será la nueva comunidad Fuerabamba.
CooperAccion presentó en su momento un conjunto de observaciones al EIA de Las Bambas, que esperamos hayan sido evaluadas y absueltas antes de determinar su aprobación. Entre los temas observados y que son materia de preocupación podemos citar:
– ¿Xstrata ha logrado identificar concretamente hasta donde llegarán los impactos de su operación en derechos de terceros? ¿Cuáles han sido los criterios para establecer la línea de base socioeconómica que determina que son 18 comunidades las que se encuentran en la zona de influencia directa del proyecto? ¿Cómo se han identificado los grupos de interés de dicho proyecto minero?
– ¿Cómo se piensa abordar la gestión del agua en la microcuenca del río Fuerabamba? Cabe señalar que Xstrata va a ocupar alrededor de un 70% de la microcuenca y tomará las aguas de un sistema de lagunas en la parte alta para sus operaciones. Adicionalmente, algunas instalaciones, como canchas de relaves, el tajo abierto y los desmontes de mineral, serán construidas en las quebradas que alimentan el río Fuerabamba.
– ¿Cómo se ha resuelto finalmente el tema de la reubicación de la comunidad de Fuerabamba?
– No se conoce tampoco cómo se está abordando el tema del mineroducto que atravesará las provincias de Cotabambas (Apurímac), Chumbivilcas y Espinar (Cusco).
Estos son sólo algunos de los temas sensibles que plantea la ejecución del proyecto y que van a demandar propuestas claras por parte de la empresa y un rol de supervisión del Estado peruano, dejando además espacios para una adecuada participación de las comunidades de la zona de influencia.