Los habitantes de la ciudad de Antofagasta están viviendo una crítica situación de salud pública, según denuncian dirigentes estudiantiles, del Colegio Médico y de agrupaciones ciudadanas. El problema es la alta contaminación con metales pesados que afectaría a miles de personas.
Las luces de alerta se encendieron a fines de enero, cuando se conoció que 143 niños que asisten a dos jardines infantiles ubicados en las cercanías del Puerto de Antofagasta y de los galpones de acopio de cobre, presentaban altos índices de arsénico y plomo en la sangre (45 niños con alto nivel de arsénico y 98 niños con elevado nivel de plomo).
Ante la grave situación medioambiental las autoridades de Gobierno, representadas por el ministro de la cartera, Pablo Badenier y el intendente regional, Valentín Volta, anunciaron un plan de contingencia quincenal de limpiado y aspirado de las construcciones aledañas al Puerto.
Además, la empresa operadora del puerto local, Antofagasta Terminal Internacional S.A. (ATI) controlada por el grupo Luksic, es la propietaria del nuevo Galpón de recepción, acopio y embarque de concentrado de cobre que entrará en funciones en marzo o abril, que será utilizado por la Minera Sierra Gorda.
En este contexto, las organizaciones ciudadanas han dado una ardua batalla para denunciar la irresponsabilidad de las grandes empresas mineras que utilizan galpones de acopio de concentrado de cobre, que luego es embarcado en el Puerto en medio de la ciudad, las que aseguran son las fuentes de la suciedad del aire.
El revés ciudadano
Fue el 5 de agosto pasado cuando las agrupaciones civiles sufrieron un duro revés, esto porque la Corte Suprema revocó un fallo de la Corte de Apelaciones de Antofagasta, que había acogido un recurso protección presentado por comunidades locales en contra de la decisión que aprobó el proyecto “Recepción, acopio y embarque de concentrado de cobre” o Galpón ATI.
El médico, Aliro Bolados, presidente regional del Colegio Médico dijo que la contaminación de los niños en los jardines infantiles solo muestra la punta del iceberg, porque según los estudios de la entidad, este tipo de contaminación estaría afectando a todo el borde costero de la Región de Antofagasta.
El facultativo aseveró que los problemas no son nuevos y recordó que en 1995 la población de Bellavista también estuvo afectada por depósitos de concentrado de cobre, que eran almacenados en ferrocarriles entre Antofagasta y Bolivia, y que después fueron trasladados hacia portezuelo.
El médico aseguró que el problema de las partículas en suspensión no solo perjudica a la capital regional, sino que a todas las comunas de la Región, donde también el arsénico y el plomo presentan altos niveles.
“Las entidades fiscalizadoras, las empresas y el Puerto de Antofagasta no han tenido una conducta adecuada hacia la población y hoy tenemos un problema grave, que por lo demás también acontece en Tocopilla, en Mejillones, en Tal Tal y en toda la segunda Región, pero todavía las distintas autoridades que han pasado en el tiempo no han adoptado las medidas necesarias para poder buscar una solución al problema, y esto produce que en la Región tenga la mayor incidencia de cáncer pulmonar y de vesícula cuyo origen fundamental es por efecto del arsénico”, indicó Bolados.
Nuevas movilizaciones
Esta crítica situación ambiental ha motivado a diferentes agrupaciones civiles a organizarse para manifestar su rechazo a los depósitos de cobre en el Puerto y en contra de lo que consideran una deficiente fiscalización por parte de las autoridades de salud locales.
En este contexto, el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica del Norte (UCN), Juan Carlos Caiceo, ratificó una marcha convocada por el Movimiento “Este Polvo Te Mata”, para el próximo 7 de marzo en protesta por “la inacción de las autoridades y la irresponsabilidad de las empresas mineras”.
El también coordinador general de la marcha afirmó que: “Nosotros esperamos que este 7 de marzo solo sea el primer gran paso a una revolución pacífica de nuestra ciudadanía. Que estos empresarios, que estas autoridades entiendan que la salud de las personas está por sobre los intereses económicos. No puede ser que estas grandes multinacionales se sigan haciendo millonarias a costa de la salud de las personas y que sigan saliendo niños de 3 años con altos índices de plomo. Tanto a las autoridades como a las empresas mineras pareciera no importarles”.
El presidente del Departamento de Medio Ambiente del Colegio Médico, Andrei Tchernitchin, dijo que por ningún motivo se debería permitir el traslado de concentrado de minerales hacia el puerto de Antofagasta.
El toxicólogo de la Universidad de Chile advirtió que la exposición de los niños y de las mujeres embarazadas a la contaminación por metales pesados, deja secuelas para toda la vida en las personas.
“La exposición prenatal a plomo disminuye el coeficiente intelectual, lo que trae como consecuencia el fracaso escolar, el cual se ha demostrado. En la ciudad de Detroit en Estados Unidos, se hizo un estudio, donde se tomó el promedio de plomo en la sangre de niños de algunos colegios y luego se comparó con el número de fracasos escolares. Los colegios que mostraron niveles más altos de plomo en el suelo y los niños con mayor nivel de plomo en la sangre, se ve un aumento considerable de niños que necesitan educación especial”, explicó.
El médico aseguró que los galpones de acopio de concentrado de cobre y los camiones que transportan el mineral son las fuentes principales de esta contaminación, porque ninguna otra actividad industrial de Antofagasta elimina cobre, explicando que el polvo negro en suspensión presenta altas concentraciones del mineral.
Radio Universidad de Chile, intentó infructuosamente comunicarse con las autoridades de la Intendencia de Antofagasta, con el fin de conocer su postura frente a la denuncia de los altos niveles de contaminación con plomo y arsénico.