Imagen: El popular
18/01/2022
Lima, una ciudad de más de 10 millones de habitantes, ha cumplido su 487 aniversario en medio de varias controversias ambientales. Para los limeños y limeñas, los principales riesgos ambientales se siguen agravando por la contaminación que produce el transporte, la falta de árboles y espacios verdes, el manejo de los residuos sólidos, el ruido y, por supuesto, la calidad y los problemas de abastecimiento de agua.
Apenas hace unos días, se produjo el derrame de petróleo frente a las playas de Ventanilla, como consecuencia de un proceso de descarga del crudo de una embarcación. Como ha señalado la jefa del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), Miriam Alegría Zevallos, el impacto que reportó la Refinería de la Pampilla, de propiedad de la empresa Repsol, no coincide con el daño causado en las playas: se calcula que unos 18 mil metros cuadrados de playas del Callao y de Lima han sido contaminados.
Otro grave problema es el abastecimiento de agua para la ciudad capital que corre grave riesgo en la medida que la principal cuenca (la del Rímac) está amenazada por temas de contaminación, relaveras, como la de Tamboraque (que se ubica en el distrito de San Mateo, a 90 kilómetros de Lima y que contiene 630 mil toneladas de residuos tóxicos) y proyectos mineros, como el de Ariana, que se viene construyendo, precisamente, en la zona donde se ubica toda la infraestructura hídrica de la empresa Sedapal.
Sobre este proyecto, Sedapal ha expresado serios cuestionamientos: “en el planteamiento del Proyecto Minero Ariana, nunca se ha detectado (nadie se ha dado cuenta) que todas los componentes del proyecto minero se encuentran en las cuencas de colección de Marca V, y que están aguas arriba del canal de colección-conducción que conducen agua desde el norte”. En otra parte del mismo documento se señala que “se ha generado una legítima y comprensible preocupación por parte de SEDAPAL en relación a los riesgos potenciales que cualquiera de las instalaciones del Proyecto Minero Ariana, ya sea Mina, Planta, Relavera u otros, pudiesen tener a lo largo de la operación del mismo sobre la confiabilidad del suministro de agua a la ciudad de Lima, es decir, no sólo sobre la infraestructura física del Sistema Marca, sino también sobre la cantidad y calidad del agua trasvasada a la ciudad de Lima” (términos de referencia de estudio recomendado por Sedapal).
Como se sabe, el año 2019 ha sido presentada una demanda en el Sexto Juzgado Constitucional de la Corte Superior de Justicia de Lima, con el objetivo de preservar el derecho fundamental de acceso al agua potable de más de 10 millones de personas. Se espera que la jueza Rocío del Pilar Rabines Briceño, emita sentencia cuanto antes y que los derechos de los pobladores de Lima sean preservados.
Celebrar este nuevo aniversario de Lima no debe quedarse solo en los recuerdos de su historia, en resaltar la belleza de sus calles y plazas, o en les festividades. Celebrar a nuestra ciudad implica también el preocuparse por sus principales problemas y atender los riesgos que se ciernen sobre ella, como los graves casos que hemos mencionado que hacen peligrar un bien tan preciado como el agua potable, de la que dependemos todos y todas para nuestra subsistencia.
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