Un grupo de ambientalistas se manifestó este martes frente al edificio del Ministerio de Relaciones Exteriores, en San Salvador, para pedir información sobre las gestiones realizadas por el Gobierno para frenar las operaciones de una mina situada en Guatemala, pero que por estar a solo 18 kilómetros de la frontera podría ocasionar daños en el río Lempa.
“El pueblo salvadoreño en general no conoce ni los avances, ni mucho menos resultados de dichas conversaciones”, consigna una carta enviada al canciller salvadoreño, Hugo Martínez, por la oenegé Centro de Investigación sobre Inversión y Comercio (CEICOM). Los ambientalistas piden conocer cuál es el estado de las conversaciones “y la perspectiva para nuestro país” en relación con el proyecto minero.
El proyecto Cerro Blanco, que se encuentra en fase de “preparación” para iniciar la explotación de oro y plata, está ubicado en el municipio de Asunción Mita, en territorio guatemalteco, a unos 18 kilómetros de la frontera con El Salvador.
La mina de oro y plata, es un proyecto de la empresa Entre Mares, subsidiaria de la canadiense Goldcorp.
Aunque la mina no ha iniciado actividades ya está descargando aguas termales con compuestos “altamente tóxicos” para la vida de los ecosistemas en la cuenca del río Ostúa-Güija, según CEICOM.
“Expresamos nuestra preocupación por el avance de la mina Cerro Blanco. Si bien ese proyecto está en territorio guatemalteco ya está contaminando el lago de Güija en El Salvador”, donde unos 5,000 habitantes que viven de la pesca salen afectados, comentó David Pereira, del directorio de CEICOM.
En el futuro, la contaminación puede llegar hasta el río Lempa, el cual nace en Guatemala y en su trayecto en territorio salvadoreño sirve para abastecer del servicio de agua potable al 40% de la capital, San Salvador, agregó el activista.
“Entendemos que este proyecto se está realizando en un país hermano, pero puede vulnerar los derechos de la población salvadoreña”, resume la carta de los ecologistas al canciller.