Mexico

Al grito de «No a la mina»

“Las compañías transnacionales han puesto los ojos en los territorios de los pueblos para hacer explotaciones, hacer presas, sacar la biodiversidad… Para las comunidades, esas riquezas les dan la vida. Esa vida es la que se les quiere arrebatar para favorecer a los grandes capitales”. Dirigente indígena zapoteco, Aldo González.

 

En toda América Latina se ha desarrollado un movimiento social en contra de la minería y en México, en particular la comunidad de Zacualpan, en Colima, no es la excepción. Distintas voces se han alzado contra la imposición a la mina en Zacualpan, la cual representa el despojo de tierras para la comunidad y la contaminación de una de las fuentes de agua más puras en el estado de Colima, esto sin dar cuenta de los beneficios millonarios para el monopolio que maneja este proyecto ecocida.

El 1 de diciembre pasado, Carlos Guzmán, quien se ostenta como presidente de Bienes Comunales de Zacualpan, y quien además es promotor de la mina en esta comunidad, por medio de engaños e intentos de pago a los comuneros, pretendió que se votara a favor de autorizar la mina en la comunidad indígena. Ese mismo día y ante la suspensión de esta Asamblea, se llevó a cabo otra de orden general e informativa, desde la cual resultaron puntos tales como: destitución del actual comisario y del Consejo de Vigilancia, rechazo total al proyecto de la mina y la declaratoria del territorio de Zacualpan libre de minería.

En este particular caso podemos darnos cuenta de las circunstancias políticas y económicas que encabezan este proyecto, como la procuradora agraria, Ma. Elena Díaz Rivera, ya que a ésta se le solicitó la convocatoria a una nueva asamblea y se encuentra en pro del uso de su puesto, se ha manejado en la ausencia de respuesta y hasta en los ataques, intentando dividir a los comuneros que se manifiestan en contra de la mina y acusando a organizaciones como Bios Iguana de tener “intereses en el territorio”. Evidentemente, estas circunstancias se han desenvuelto en un ambiente de violencia física y verbal, tal es el caso de la detención del activista Gabriel Martínez Campos.

El ambiente de tensión se vivió durante la asamblea del 2 de febrero, la cual era convocada como la segunda, sin existir pruebas de la primera y sin contar con los puntos establecidos por los comuneros. La delegada se presentó amedrentando con la guardia policíaca de la PGR, Policía Municipal y Ministerio Público, tratando de intimidar; sin embargo, la respuesta de la comunidad fue que se respetara la Asamblea como máxima autoridad, y el reconocimiento de que quienes mandaban ahí eran ellos, los habitantes de Zacualpan que conforman la Asamblea Comunal. Finalmente y en un momento de desesperación, la delegada declara como suspendida la Asamblea, ya que no existían las condiciones para llevarla a cabo; la comunidad accedió a la suspensión, siempre y cuando en la siguiente Asamblea se prevean únicamente dos puntos: la destitución del comisario y el no a la mina.

El interés institucional de la delegada va de la mano de la política extintiva del actual Gobierno, la cual es una clara agresión a gran escala a la biodiversidad y el agua con irreparables consecuencias para el entorno vital, este tipo de actos deben calificarse como crímenes de lesa humanidad, ya que agrede al planeta en uno de los momentos de mayor vulnerabilidad ecológica con las circunstancias actuales del calentamiento global. Las circunstancias económicas que enmarcan estos proyectos son de beneficio para unos cuantos y por muy poco tiempo, ya que la naturaleza no es una despensa infinita de recursos y sus elementos no son mercancía, además de que se sacrifica un bien colectivo para así favorecer un bien privado. La política minera del Gobierno representa un atropello autoritario a nuestra autonomía, es inaceptable que por las voluntades y tratos de unos, estemos perdiendo la libertad de nuestros pueblos, nuestra identidad, nuestro territorio, nuestras tradiciones y el futuro de nuestras generaciones.

¡Viva Zacualpan, que no se venderá por dádivas que ofenden su integridad y violentan su libertad! ¡Viva Zacualpan libre, que no dará licencia para matar su entorno vital!