La minera podrá reiniciar la producción, paralizada por varias semanas.
Tras varias semanas de conversaciones y de acercamientos, con participación del Gobierno, la minera de níquel Cerro Matoso y las comunidades ubicadas dentro de la zona de influencia de su operación, firmaron ayer un acta de entendimiento con la que se despeja el fantasma de los bloqueos, como los que se registraron hace algunas semanas y que hicieron parar la operación minera e industrial.
Ayer, durante una reunión entre los funcionarios del sector de minas, representantes de las comunidades Zenú del Alto San Jorge y del municipio de San José de Uré, y de directivos de la compañía minera, el Gobierno se comprometió a celebrar un convenio entre el Ministerio del Interior y la Gobernación de Córdoba para realizar estudios etnológicos y adelantar la consecución de los reconocimientos de las comunidades por fuera de los resguardos.
Se estableció que el Incoder constituirá el resguardo del Alto San Jorge antes de terminar el presente año y que el Ministerio de Salud realizar un estudio de salud ambiental, con apoyo de la Organización Panamericana de la Salud, para verificar técnicamente los determinantes de salud de las comunidades.
Para financiar este análisis, Cerro Matoso aportará hasta 2 millones de dólares y, en caso de que se evidencien afectaciones directas derivadas de su actividad en la salud de las personas, deberá tomar medidas correctivas.
Así mismo, en el corto plazo la minera mejorará 138 viviendas y continuará con este programa en toda la zona, con la posibilidad de acudir a aportes de Organizaciones No Gubernamentales. Estos compromisos también incluyen el mejoramiento de vías, de centros de salud y escuelas.