12 July 2010
San José – Un grupo de ecologistas y defensores del medio ambiente iniciaron hoy una caminata de 170 kilómetros para protestar contra un proyecto, «Crucitas», de explotación minera a cielo abierto, que una firma extranjera desarrolla en la zona norte costarricense.
La marcha arrancó frente a la Casa Presidencial, en San José, y sus organizadores tienen previsto concluirla el 18 de julio, en las afueras de las instalaciones del complejo minero.
Representantes del movimiento «anticrucitas», proyecto que explota una firma de capital canadiense, pidieron al gobierno de la presidenta Laura Chinchilla la derogación de un decreto, emitido por la pasada administración de Oscar Arias, que declaró de conveniencia nacional la explotación minera en la zona.
Un fallo de la sala constitucional dio luz verde hace dos meses para que el proyecto siga adelante. No obstante, parte de las obras se mantienen paralizadas por una orden de otro tribunal.
El proyecto «Crucitas» se encuentra ubicado en una zona donde existen mantos acuíferos, gran biodiversidad y está próximo al fronterizo Río San Juan, que pertenece a Nicaragua, y es considerado el gran «pulmón» de Centroamérica.
Los movimientos ecologistas de Costa Rica advierten que el país tiene que renunciar a la minería a cielo abierto, por el peligro de contaminación que entraña el uso del cianuro.
La presidenta Chinchilla emitió, apenas al inicio de su gestión, un decreto de moratoria a ese tipo de explotación, pero la medida no afecta a Crucitas.
La firma «Infinito», que realiza la explotación, espera extraer unas 700.000 onzas de oro en la zona.
«Vamos a decir no a Crucitas», dijo Víctor Rojas, uno de los líderes de la caminata.