El próximo 19 de febrero se cumple una década del colapso en la mina 8 de Pasta de Pasta de Conchos que dejó 65 obreros muertos, 63 de ellos aun sepultados en ese punto de la región carbonífera de Coahuila, pese a las exigencias de los familiares de que les sean entregados los cuerpos de sus seres queridos para darles sepultura.
¿Pendientes?, cuestiona el Padre Pedro Antonio Reyes, de la Pastoral Laboral: “de parte de las autoridades, todos.
En 10 años los familiares han tocado las puertas de todas las autoridades en el país y han acudido a distintas instancias internacionales, buscando que se responda a la simple petición del rescate de los cuerpo de 63 mineros y aun no les han respondido”, dijo a los micrófonos de Noticias MVS.
Tras el infructuoso reclamo del rescate de los cuerpos de sus mineros, agregó el Padre Reyes, los familiares han logrado bajar e incluso “acabar con este tipo de accidente con la denuncia de la situación irregular y peligrosa que prevalece en la región carbonífera, en los pozos, cuevas y minas ilegales”.
“Se han disminuido los accidentes mortales y eso ha sido un trabajo valiente desde las familias”, remarcó el integrante de la Pastoral Laboral, al anunciar que los deudos de los 65 mineros de Pasta de Conchos realizarán un memorial en la Ciudad de México, y “es providencial que la visita del Papa Francisco termine unas horas antes de que arranque el memorial de Pasta de Conchos” a las puertas del edificio del Grupo México.
“Uno de los reclamos fundamentales de los familiares de los mineros al gobierno, es que abra ojos y oídos. Las autoridades están demasiado preocupadas en cuidar sus propios intereses y no se han abierto al dolor de las familias, ni en Pasta de Conchos, ni con los desaparecidos en el país como son los padres de Ayotzinapa. No es posible seguir así, hay que dar pasos para hacer de México un país de justicia, donde podamos todos cuidar la vida de todos”, enfatizó el Padre Reyes.
En este sentido, el sacerdote señala que el Papa Francisco “viene a México como un pastor a escuchar, acompañar y a responder a los fieles católicos; no viene como un hombre del poder”.
“México –agregó el integrante de la Pastoral Laboral–, no es un extraño para Francisco; los obispos le han estado informando de que es lo que pasa y su Santidad sabe a qué país viene, cuáles son sus dolores, donde están los sufrimientos. También sabe de lo esforzado y lo animoso del pueblo mexicano para buscar un mundo de justicia y de paz”.
“El mundo laboral está especialmente herido en este país. Laboralmente estamos en una situación difícil, muy grave. Tenemos niveles de salario que han bajado, hemos visto el encarecimiento de la canasta, ataques directos a la sindicalización y la proliferación de sindicatos fantasmas.
También hemos visto como se ha perdido el núcleo fundamental de lo que sostenía el trabajo en México, que no es otra cosa que los estándares internacionales de los derechos laborales que ya no se respetan en nuestro país y los trabajadores no están contentos, pero estas agresiones constantes han generado una gran desesperanza”, señalo el Padre Reyes, al celebrar que el Papa Francisco haya decidido dar un mensaje a los trabajadores en Ciudad Juárez (Chiahuahua).
El trabajo es una de las claves fundamentales del viaje pastoral del Papa Francisco, consideró el sacerdote, al señalar que el empleo “es una fuente de sufrimiento en México; la migración, la delincuencia, estas grandes fortunas amasadas por algunos (de hecho, German Larrea, de Grupo México, tiene una fortuna estimada en 13 mil 900 millones de pesos), la pobreza, la exclusión y la discriminación tienen mucho que ver con la manera en como estamos viviendo el trabajo y si alguien tiene que comprometerse con el cuidado de esta casa común es el trabajador y su iglesia”, finalizó.
El líder del Movimiento por la Paz, Javier Sicilia, apuntó ante los micrófonos de Noticias MVS que la mina Pasta de Conchos y la tragedia de hace 10 años representa la “miserabilización” del país. “El crecimiento de la miseria, junto con el crecimiento de las víctimas es inmenso.
El Estado se ha vuelto gestor de las grandes empresas o del crimen organizado y los ciudadanos nos hemos vuelto sus insumos, así como el medio ambiente, somos insumos para su enriquecimiento. Baste ver cómo están dolidos y destrozados los obreros y como cada vez hay más mexicanos en la informalidad”, señaló el poeta.
“Es un dolor muy grande para el país entero que después de una década se siga tratando a las familias de los mineros con ese desprecio; es el mismo desprecio que se ha tenido en los últimos 10 años por todas las victimas del país, como muestra de la inoperancia del Estado y de las colusiones con el crimen organizado. Pasta de Conchos significa ese agravio inmenso que no debemos soportar, Pasta de Conchos tiene que estar presente como Ayotzinapa, como las victimas del Movimiento por la Paz, en la constante denuncia de las atrocidades, concluyó Sicilia.
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