El especialista en Ecología Social Eduardo Gudynas está en Bolivia para participar este martes por la noche en el foro público “Críticas al desarrollo contemporáneo y alternativas”, en la ciudad de Cochabamba, además de otros encuentros en la ciudad de La Paz para debatir sobre el Vivir Bien. “Estamos en Bolivia con estos talleres que son parte de un esfuerzo que hay en el continente para abordar alternativas de salida al estilo de desarrollo actuales y, en especial, a los estilos de desarrollo que giran alrededor del extractivismo. En estos talleres se debate, se discute, se proponen alternativas para salir
de eso y se analiza cómo construir una alternativa a ese tipo de desarrollo”, dijo el uruguayo Gudynas.
En el Centro de Documentación e Investigación de Bolivia (CEDIB), en la calle Calama, de la ciudad de Cochabamba, debatió todo el lunes y martes con integrantes de organizaciones de la sociedad civil, acompañado de Gerardo Honty, ambos del Centro Latinoamericano de Ecología Social (CLAES) de Uruguay. Gudynas dio datos sobre las actividades extractivas en la región. Para él, el extractivismo puede ser minero, hidrocarburífero o agroindustrial. Y explicó que gran parte del excedente generado es destinado por los gobiernos progresistas de la región a financiar bonos, como el Juancito Pinto, el Juana Azurduy o la Renta Dignidad en Bolivia.
“En los últimos años en América del Sur, por el alto precio de las materias primas, por la demanda sostenida de los países asiáticos en especial, entre otros factores, el extractivismo minero, el extractivismo petrolero y un tipo de extractivismo agrícola, basado en el monocultivo de soya, por ejemplo, ha proliferado en todo el continente. El volumen de producción ha aumentado, más ha aumentado la participación de los recursos naturales en el total que exporta la región. Son cifras altísimas en los países andinos y son altas en países del cono sur”, dijo Gudynas.
-Sorprendieron los datos que ofreció en su exposición sobre Brasil, donde en la última década aumentó la explotación minera en un porcentaje muy alto.
-Brasil ha aumentado en valor más del 500 por ciento la explotación minera en los últimos años. Ha aumentado el volumen total medido en toneladas de recursos minerales que exporta y se ha convertido en el país minero más grande de América latina.
-¿Y en Bolivia cómo está la situación?
-Es parte de esa tendencia. La situación boliviana es parte de este fuerte énfasis extractivista, apego a la exportación de recursos naturales. Parte de esas ganancias se usan para mantener en funcionamiento al país, al Estado, y los excedentes que se pueden lograr se utilizan para planes de asistencia social que se han vuelto muy importantes en los países de gobiernos progresistas. Son distintos tipos de pagos mensuales de bonos a sectores en mayor riesgo o en situación de marginalidad, de pobreza extrema.
-En su exposición también propuso alternativas para salir del extractivismo.
-Las alternativas que nosotros analizamos son alternativas en una primera instancia de emergencia, para poder superar los casos de emprendimientos petroleros, mineros, agroindustriales que generan impactos muy agudos con niveles de deterioro ambiental importante o afectación de la salud pública o incluso violación de derechos humanos. Estas medidas de emergencia van por un lado en la aplicación seria de los controles ambientales y sociales, en reformas tributarias para poder aplicar tributos legítimos, apropiados a la actividad extractiva, tener balances territoriales, coordinación con países vecinos para acordar políticas comunes que enfrenten circunstancias globales y así sucesivamente. En realidad, una parte de estas alternativas son ejemplos de pequeños casos exitosos en marcha en varios países: tomemos esos casos exitosos, tomemos ejemplo del pasado reciente de nuestros países y apliquemos a mayor escala y en serio.
-Hace un rato nos comentaba que algunos años atrás nadie venía a este tipo de encuentro a escucharlos a ustedes porque no había interés en la población. Pero eso ahora ha cambiado, dice usted.
-Ha cambiado porque en la época inicial de los gobiernos progresistas, este nexo entre extractivismo y programas sociales era muy importante. Y es comprensible, está bien que así fuera, porque pudo sacar a muchos millones de personas de situaciones de pobreza. Pero el problema es que ese ciclo de cambios y transformaciones se detuvo ahí. Es necesario nuevos cambios, porque muchos de estos emprendimientos extractivos ahora generan más problemas que beneficios.
-Esta noche participará de un foro público en la Universidad de San Simón.
-Esta noche (de 19 a 21 en el Aula Magna de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Mayor de San Simón) estaremos en una mesa redonda con Gerardo Honty para repasar las críticas al desarrollo contemporáneo. El jueves y viernes estaremos en un seminario en La Paz (en el Auditorium, en Sopocachi). Va a ser un poco distinto a lo que discutimos aquí en Cochabamba. En La Paz nos vamos a centrar más en las alternativas y en la discusión sobre el Vivir Bien, que está en marcha en países andinos y en el resto de América del Sur.
En sus exposiciones, Gudynas hace gala de su chispa montevideana para mantener a la asistencia atenta e interesada. Rápido se aprende el nombre de quienes van a sus talleres y cada tanto pone un punto y aparte con algún chiste.
-¿Cómo estuvo la participación de las y los locales en las exposiciones que dio hasta ahora?
-Aquí el taller en el CEDIB estuvo muy animado, hubo mucha participación y un número muy importante de participantes. Las discusiones fueron muy activas y pasionales a veces. Eso es lo bueno para mantener el cambio en marcha.
El foro público “Críticas al desarrollo contemporáneo y alternativas” es organizado por CEDIB, CLAES, Agua Sustentable, la Plataforma Boliviana Frente al Cambio Climático, el Centro de Comunicación y Desarrollo Andino (CENDA) y la Universidad Mayor de San Simón, entre otros.