Concejo aprueba demolición y reubicación de parte de la ciudad Medida ya enfrenta a autoridades y pobladores.
Hoy se definirían detalles con la empresa Volcan
Por Raúl Mayo
El pasado 26 de agosto, regidores de la Municipalidad Provincial de Pasco aprobaron por mayoría el Plan de Desarrollo Urbano de la ciudad, el cual incluye el denominado Plan L, que tiene que ver con la ampliación de la explotación de minerales a tajo abierto –en forma de L– que realiza la minera Volcan en el distrito de Chaupimarca. El Plan L implica, a su vez, la demolición de una serie de inmuebles localizados en esa zona y su posterior reubicación de sus moradores. Hoy se aprobarían los términos y los detalles del convenio con la empresa Volcan. De proceder, luego se emitiría la respectiva ordenanza municipal y la publicación de esta en el diario oficial "El Peruano".
Aún no ha sido fijada la fecha de la demolición de los inmuebles de Chaupimarca, que incluyen la plaza y la iglesia del mismo nombre, el local de la comisaría y la escuela Rocovich, los cuales serán reubicados en el jirón Bolognesi.
El mercado, por su parte, se trasladará al jirón Junín, según cálculos de la empresa minera, que se encargará de la construcción de este hasta el año 2013.
En tanto, 280 viviendas que se ubican en esa área también serán destruidas, tras haber sido compradas por la empresa minera.
El alcalde de la provincia de Pasco, Tito Valle Ramírez, justificó el acuerdo del concejo al manifestar que "Cerro de Pasco es netamente minero y esa es una realidad que no se puede soslayar".
La autoridad también indicó que el Plan L no solo beneficiará a la ciudad con nuevas y modernas construcciones sino con la generación de un importante número de puestos de trabajo.
EN DESACUERDO
Como era de esperarse, la determinación ha dado lugar a la protesta de algunos sectores de la población, pues eso significaría que el centro urbano de esa jurisdicción, según dicen, quedaría reducido a un simple villorio. En ese sentido, el regidor Raúl Mendoza Monge, único concejal en mostrarse en desacuerdo con la aprobación del Plan de Desarrollo Urbano, manifestó que desde un inicio debió realizarse una consulta popular para que los pobladores dieran su conformidad a la reubicación.
Por su parte, el responsable del proyecto de ambiente de la Asociación Civil Labor de Pasco, Wilmar Cosme Calzada, indicó que el concejo no cuenta con planes para garantizar el bienestar de la población ante las posibles consecuencias de los trabajos en el tajo abierto respecto del sector de la ciudad que sí quedará en pie junto al sector de las excavaciones.
PUNTO DE VISTA
El no planificar pasa la factura*
Desde que se pasó de una mina de explotación subterránea a una de tajo a abierto, Cerro de Pasco ha sido sometido a múltiples cambios por los planes de ampliación de las mineras. Es visible la falta de planificación entre las autoridades y las mineras para que el desarrollo de las actividades extractivas no sea de gran impacto y evite la reubicación del poblado.
No solo hay aspectos económicos y ambientales en la reubicación; también hay que contemplar el aspecto social. Un anuncio de este tipo genera mucha incertidumbre.
Y no bastará con un acuerdo de concejo para llevarla a cabo. Implicará un gran esfuerzo por establecer el diálogo entre los involucrados.
Otro punto que no se puede dejar de lado es que la reubicación generará un alto costo y no se sabe quién lo va a cubrir. Lo que ocurre en Cerro de Pasco nos da pie para discutir a fondo los protocolos y estándares que nos lleven a afrontar estos casos con el menor impacto posible. * José de Echave. Economista