18 de junio de 2012
Desde hace 21 meses La Oroya ha dejado de respirar plomo, tras el cierre de las operaciones de Doe Run Perú.
La Oroya respira un aire más limpio, así lo confirman los reportes de cumplimiento del estándar de calidad de aire (ECA) de esa ciudad, estos resultados (2012) frente a lo que arrojaba el año 2007 reporta que los niveles de contaminación por material particulado PM10 (partículas de desechos como plomo, cadmio, arsénico, polvo y otros) han disminuido notablemente de valores de 66.53 microgramos por decilitro (µg/dl) a 19.91.
Igualmente, los índices de dióxido de azufre (SO2) en el aire han bajado de valores aproximados de 1,177.33 µg/dl a 2.63 µg/dl. Estos datos han sido publicados por la propia Doe Run Perú, quien desde el 2007 por mandato del Estado y para poder medir el nivel de cumplimiento de sus compromisos ambientales, implementó un sistema de monitoreo de calidad del aire.
El PM10 está compuesto por partículas de menos de 10 micras de tamaño, estas partículas pueden ser polvo o desechos tóxicos como emisiones de carbono, plomo, cadmio y otros. Se ha comprobado que durante el 2007, 2008 y 2009, mientras el Complejo Metalúrgico de La Oroya estaba en funcionamiento, el nivel de contaminación del aire era alto y superaba el ECA para aire con el perjuicio que eso ha significado para la salud de la población. Lo contrario viene sucediendo en estos años que la fundición ha paralizado sus actividades.
Definitivamente el mayor contaminador de La Oroya ha sido el Complejo Metalúrgico, dice Arturo Alfaro, integrante de la Plataforma La Oroya por un cambio. El 99% de las emisiones provenía de la fundición, de ahí la importancia de la construcción de las plantas de ácido sulfúrico para cada circuito de concentrados de plomo, zinc y cobre. Como se sabe, la planta de ácido sulfúrico del circuito de cobre solo fue avanzada hasta el 57%. Como consecuencia, durante el periodo de funcionamiento de la fundición a cargo de DRP, se siguió contaminando y emitiendo gases cargados de SO2.
“El nuevo operador tiene que garantizar que no se va afectar el ECA y que va tener suficiente capital para culminar los proyectos que incluye la modernización del circuito de cobre y la culminación de la planta de ácido sulfúrico”, dice Alfaro.
Hay que indicar que en el 2006, Doe Run firmó el “Plan de Acción para la mejora de la calidad de aire de La Oroya” en el cual se consideraba que a finales de octubre del 2009 se cumplirían el ECA si la empresa culminaba sus proyectos del PAMA. La empresa aceptó el Plan pero no cumplió sus compromisos y se mantuvieron los índices de contaminación.
Asimismo, hay que tener en cuenta que el 2008, el Ministerio del Ambiente aprobó un nuevo ECA para dióxido de azufre. Y para el 2014 el estándar será de 20 µg/dl y ya no el de 80 µg/dl que está vigente desde el año 2001. Considerando que la modernización del circuito de cobre y la construcción de la planta de ácido sulfúrico está valorizado en más de US$ 160 millones de dólares, el nuevo operador deberá considerar este nuevo ECA y debe considerar las inversiones necesarias que ayuden a reducir las emisiones de SO2.
Está en manos del Ministerio del Ambiente, a través del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), hacer que el nuevo operador del complejo metalúrgico cumpla con los ECAs de aire y agua, para garantizar una mejor calidad de vida a la población de La Oroya que ha sufrido más de 80 años de contaminación.