El presidente panameño, Ricardo Martinelli, admitió hoy que las comarcas indígenas del país han sido «olvidadas» por todos los Gobiernos, incluido el suyo, y aseguró que si fuera aborigen también se movilizaría contra de la explotación de recursos naturales en esos territorios.
Martinelli reiteró su esperanza en que el diálogo entablado la semana pasada en la Asamblea Nacional permitirá acabar con el conflicto que mantiene el pueblo Ngäbe Buglé en rechazo a la minería y las hidroeléctricas en su comarca, que derivó en la muerte de dos manifestantes en el marco de enfrentamientos con la Policía.
«Si yo fuera Ngäbe Buglé yo estaría haciendo exactamente lo mismo que están haciendo los hermanos de la comarca (…) porque no este Gobierno, sino todos los Gobiernos, han olvidado a la comarca» y solo la recuerdan «cuando van a buscar votos» en campaña, afirmó el presidente en una entrevista difundida hoy por la televisión privada TVN.
Argumentó que es comprensible la posición de los aborígenes, porque mientras el Gobierno habla de la necesidad que tiene el país de promover la energía hidroeléctrica, en los territorios indígenas «no hay luz, ni agua ni carreteras».
El Gobierno y los indígenas negocian desde el pasado miércoles en una mesa en la Asamblea Nacional una nueva ley minera que tome en cuenta las aspiraciones de ambos sectores.
Hasta ahora han coincidido en que la minería deber ser vetada dentro de la comarca y sus áreas anexas, pero difieren en cuanto a la explotación hídrica, que el Gobierno valora como un asunto nacional y considera necesaria para garantizar energía barata para toda la población.
Martinelli reiteró que está «dispuesto a hacer todo lo que haya que hacer» para alcanzar un acuerdo satisfactorio para ambas partes, pero aseveró que el Gobierno debe «ir más allá» y optimizar las condiciones de vida en las comarcas indígenas.
En ese sentido, propuso la creación de una corporación estatal que directamente otorgue «recursos sustanciales a los siete municipios comarcales» del país, de forma que tengan la suficiente autonomía para resolver algunos de sus problemas básicos.
También habló de ofrecer «becas a todos los indígenas para que vayan a estudiar» a la universidad carreras como «ingeniería, para que sepan por qué se construye una hidroeléctrica» o » ingeniería ambiental» para cuidar el entorno natural.
El conflicto con los indígenas costó a Martinelli este mes, con respecto a enero, una bajada de 13,9 puntos en la aprobación de su Gobierno, que se ubica en el 33 %, el punto más bajo desde que asumió el poder en julio de 2009, según un sondeo de la firma privada Dichter & Neira publicado este lunes por el diario La Prensa de Panamá.