Diario de Centroamérica, 20 de mayo de 2008.
Pobladores de 20 municipios no están de acuerdo con la actividad minera y advierten que no permitirán la misma.
Temen el brote de varias enfermedades por lo que piden a los interesados se abstengan de realizar sus operaciones. Francisco Hurtarte Campesinos de 20 municipios del país, junto con dirigentes de la Coordinadora Nacional de Asociaciones Campesinas (CNOC), se manifestaron en contra de la exploración minera, por lo que advirtieron que podrían haber linchamientos contra quien insista en la actividad. La explotación minera a cielo abierto parece estar muy lejos de ser una realidad en varios municipios del país, en donde varias compañías han programado actividades.
Más de medio millón de guatemaltecos, que habitan esas tierras, ratificaron su decisión de no permitir la actividad de esas compañías, según confirmaron ayer dirigentes de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas (CNOC). Carlos Arreaga, de la CNOC, recordó que el viernes pasado, en Tacaná, San Marcos, se concentraron 50 mil personas para decirle "no a la minería".
Para Vinicio López, de la Comisión Paz y Ecología (Copae), el rechazo mostrado en los 20 municipios donde se ha realizado la consulta popular, no solamente es para la explotación minera, sino que también para cualquier proyecto hidrológico.
Arreaga añade, que durante la manifestación del viernes pasado, estuvieron presentes los alcaldes de San José Ojetenam, Ixchiguán, Sibinal, Comitancillo, Tajumulco y Tacaná.
El diputado por la bancada Guatemala, Luis Alberto Contreras Colindres, afirma que él está con la población, si ellos no desean la explotación a cielo abierto, saben por qué la rechazan, pues me han dicho que es dañino para nuestra propia naturaleza y nuestro ser. Yo no puedo traicionarlos, pues me debo a ellos, asegura .
López denunció que el rechazo, entre otras cosas, se debe a que en San Miguel Ixtahuacán, la población ha resultado enferma, algunas hasta con manchas y las casas, empezaron a rajarse, por culpa de la empresa Montana Exploradora.
En la mencionada empresa, no quisieron pronunciarse al respecto de lo que ocurre en esa población.
Magalí Rey Rosa: Podría haber linchamientos
Magalí Rey Rosa, de la Escuela de Pensamiento Ecologista, expone que el rechazo de la población a la minería es un asunto serio y, si el Estado no interviene, podría haber linchamientos. Creo que el Gobierno debe de escuchar a la población en relación al caso, pues a la gente le puede indignar el hecho que no le ponen atención, señala.
Según expone la ecologista, durante la campaña, Álvaro Colom y Carlos Meany, habían dicho que no permitirían la explotación minera, pero ahora que están gobernando, están indiferentes y son incapaces de resolver el problema.
Afirmó que la población no dejará entrar la minería a sus tierras y, esto no es culpa de los ambientalistas, pues se han dado cuenta lo que está pasando en San Miguel Ixtahuacán, donde hay destrucción de casas y muchas personas enfermas con manchas en su piel; además que hay nacimientos de agua que se secaron, indicó. S i este gobierno no sabe leer a la sociedad, puede haber un estallido social, ya que la población ha dicho no a la minería.
Óscar Rosal: Damos licencias, pero la población decide si deja o no
El director de minería, del Ministerio de Energía y Minas, Óscar Rosal, afirma que ellos se basan en la ley respectiva para extender licencias para la exploración minera, pero quienes deciden si dejan o no que se haga la exploración, son los pobladores.
La Ley de Minería es tajante al indicar que cualquier persona que pida licencia minera, siempre y cuando llene los requisitos de ley, tiene derecho a obtenerla.
Por lo mismo, no podemos dejar de cumplir y de entregar las mismas, afirma. Sin embargo, agrega, el derecho de la propiedad es constitucional, por lo que la exploración no puede darse sin el permiso de la población o de los dueños de la tierra.
Citó como ejemplos, el hecho de que una empresa intenta explotar en Cubulco, Baja Verapaz, el mineral no metálico denominado la barita, pero la población ha dicho no. Igual sucedió este sábado pasado, en El Pato, Chiquimula, donde sus aldeas le negaron a la empresa minera El Cóndor, la explotación de oro.