El gobierno del presidente Correa se apresta a suscribir los contratos con las mineras transnacionales Kinross y Ecuacorriente por una inversión de 3.000 millones de dólares.
El gobierno del presidente Correa se apresta a suscribir los contratos con las mineras transnacionales Kinross y Ecuacorriente por una inversión de 3.000 millones de dólares para la explotación de dos proyectos mineros, dijo en entrevista con la agencia de prensa británica Reuters el viceministro de Minas, Federico Auquilla.
Kinross domiciliada en Canadá, tiene interés en un gigante proyecto de oro de Ecuador, Fruta del Norte, mientras que Ecuacorriente, filial de Corriente Resources, también domiciliada en Canadá, explotará la mina de cobre Mirador.
De esta forma el funcionario gubernamental ratificó la orientación del gobierno del presidente Correa a avanzar en el extractivismo minero a pesar de la creciente resistencia social, los cuestionamientos a la falta de rigor científico en los Estudios de Impacto Ambiental y a la demanda de los pueblos y nacionalidades por una consulta previa, instituida en la constitución vigente.
El I Foro Social minero realizado hace pocos días en Cuenca con 800 delegados de todo el país, reveló los graves riesgos que trae la minería y denunció que económicamente los ingresos que generará serán sensiblemente inferiores a los costos de la reparación ambiental, a los daños de las fuentes de agua, por lo cual consideró que no es un buen negocio para el Estado.
Auquilla afirmó que los contratos están prácticamente terminados y que están definiendo los últimos detalles para el documento definitivo. Calificó las negociaciones como difíciles pero necesarias para aumentar los ingresos del Estado.
En sus estimaciones las compañías construirán las minas en dos años y medio.
¿Cuánto pagarán de regalías?
Los acuerdos incluirían al pago adelantado de regalías. Auquilla dijo que el Gobierno no revelaría cuánto deberán pagar las compañías bajo los contratos que firmen, sin embargo afirmó que los proyectos mineros contribuirán con un 5% del PIB.
El pago adelantado de regalías, se estima que será destinado para proyectos sociales como nuevos hospitales en las áreas donde operarán las minas, precisamente donde crece la mayor oposición, de forma que su uso estará asociado a la estrategia de fraccionar y debilitar la resistencia social a la minería.
La alineación de Correa por la minería, marca su abandono político de las posiciones nacionalistas y de izquierda y su viraje a favor de las empresas transnacionales que buscan oro en el contexto de la crisis monetaria mundial, donde la onza se ha disparado hacia los 2.000 dólares y se estima que su valor real se sitúa en los 15.000 dólares. El paso tiene un alto costo político para Correa a nivel interno y externo.
El gobierno por su lado considera que esta es una forma de diversificar la economía ecuatoriana de su dependencia de las exportaciones petroleras. Sin embargo es cuestionado por mantener el modelo de explotación y exportación primaria que ha caracterizado las relaciones económicas del país desde los años del colonialismo español.
En tanto en otros temas, Correa fustiga a la vicepresidenta del Banco Mundial y trata de aparecer como un duro contradictor, su posición por la minería es evaluada por Reuter como la de un acercamiento más blando con las transnacionales.
La difusión internacional de las exitosas negociaciones de Kinross en Ecuador han favorecido la evolución del valor de sus acciones en la bolsa de valores -que han estado bajo presión últimamente-, subieron un 2,8 por ciento a 13,23 centavos de dólar en las operaciones del mediodía en la Bolsa de Valores de Toronto.
«Hemos hecho buenos progresos en las negociaciones con el Gobierno de Ecuador. Esas negociaciones son confidenciales por lo que no puedo comentar detalles», dijo un vocero de Kinross, al afirmar que la compañía está en camino de completar el estudio de viabilidad de Fruta del Norte a fin de año.
¿Hacia un Ecuador minero?
La minería existe en el país desde hace siglos, sin embargo es considerada incipiente en relación a las técnicas de producción actuales. El objetivo del gobierno del presidente Correa, calificado por los líderes de la cámara de minería como el mejor defensor de la minería, es desarrollar la actividad a gran escala, abriendo la explotación de las importantes reservas que tiene a favor de las transnacionales.
Auquilla entusiasmado informó a Reuter que el Gobierno pondría a subasta concesiones mineras para proyectos de exploración antes de fin de año. «Hay muchas empresas canadienses, australianas, sudafricanas, chilenas, que están interesadas en este proceso». Actualmente reveló que se negocia un contrato con la International Minerals, también domiciliada en Canadá para el proyecto de oro y plata Río Blanco.
Dijo que el gobierno firmará un segundo contrato de operación con Ecuacorriente para el proyecto de cobre Panantza-San Carlos y otro con Iamgold que tiene previsto desarrollar la mina de oro y cobre en Kimsacocha.
Auquilla indicó que la minera estatal ecuatoriana Enami firmaría pronto un contrato con la chilena Codelco para formar un emprendimiento conjunto para explorar oro y cobre, y que las negociaciones sobre los otros tres contratos mineros deberían concluir el próximo año.