03 de Octubre 2011
Ciudad de Panamá, 3 oct (dpa) – Ambientalistas panameños defendieron hoy su argumentos contra la minería en la Conferencia del Cambio Climático y anunciaron para el jueves una marcha para exigir respeto a la voluntad de los pueblos en la decisiones globales.
Raisa Banfield, dirigente de la organización ecologista Panamá Sostenible, dijo que las comunidades indígenas de la etnia Ngöbe-Buglé han dado un ejemplo al mundo al rechazar la minería a cielo abierto, que contamina y destruye el ecosistema.
Banfield señaló que otros grandes desafíos vinculados al cambio climático global son el aumento en la frecuencia de los huracanes en los últimos cincuenta años, las hambrunas, los incendios forestales, la pérdida de especies y la contaminación minera.
Más de un centenar de ecologistas protestó el domingo en las afueras del Centro de Convenciones Atlapa, sede de la Conferencia de Cambio Climático de las Naciones Unidas, para exigir que la voz de los pueblos sea escuchada frente al consumismo, el despilfarro y la rapacidad del modelo económico imperante.
Los ambientalistas, entre ellos indígenas y campesinos, lanzaron consignas contra la explotación humana y demandaron un verdadero compromiso para la reducción de las emisiones de CO2 en el mundo, en procura de la sostenibilidad del planeta.
Sin embargo, agentes policiales armados impidieron el paso de los manifestantes a la sede de las reuniones. El edificio, cuya seguridad interna está a cargo de las Naciones Unidas, tiene los accesos bloqueados y únicamente es posible ingresar con un carné registrado electrónicamente.
Entre los dispositivos instalados en Atlapa figura una máquina detectora de gases explosivos, que el gobierno panameño adquirió para garantizar la seguridad de miles de delegados a la Conferencia. La sede ha sido protegida con una barrera de malla ciclónica galvanizada y garitas de control de acceso y salida.
El investigador Justo Medrano, del Centro de Comunicación Ambiente y Desarrollo de Panamá (CCAD), planteó en un foro alternativo a la Conferencia Climática de Naciones Unidas que los países industrializados y las multinacionales se encerraron en Panamá para dominar el debate en defensa de su propio interés.
En la Conferencia de Cambio climático, la Unión Europea (UE) propuso el diseño de una hoja de ruta frente a la Cumbre de Durban Sudádrica, con una ronda de compromisos decisivos, bajo el criterio de que los europeos generan únicamente un 11 por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
A su vez, otros bloques, como los estados miembros del ALBA, se resisten a aceptar imposiciones de los países ricos más contaminantes y apelan a respuestas efectivas, ante el hecho de que el vigente Protocolo de Kioto sobre el Cambio Climático expirará en 2012 y debe ser sustituido por un instrumento efectivo.
Medrano indicó que las naciones ricas del planeta tienen una «alta deuda» con los países pobres y depauperados, que se han vuelto más vulnerables al impacto del cambio climático y las catástrofes.
Reseñó que los trastornos acentuados por las emisiones de gases de efecto invernadero, implican un aumento en la velocidad de los vientos huracanados, alteraciones en las corrientes marinas, lluvias ácidas y elevación en los niveles del mar debido al deshielo en los glaciares y los polos.
En ese sentido, el científico y dirigente ambientalista instó a los pueblos y a sus organizaciones más representativas para que eleven su voz a favor de la vida y frenen a las empresas depredadoras del medio ambiente.