29 de Agosto de 2011
Por segunda vez en lo que va de año tiene lugar hoy un paro general en la norteña ciudad de Calama, cuyos pobladores abogan por la renacionalización del cobre y mayor atención del Estado. Puja por la «tenencia» de la riqueza aunque el agotamiento de los bienes y la contaminación no es cuestión de cambio de banderas en los yacimientos. Las urgencias y postergaciones regionales dificultan el debate por un futuro productivo más allá del extractivismo a corto plazo.
29/08/2011. Ya en junio pasado los calameños habían protagonizado una primera huelga al considerarse postergados por el gobierno, a pesar de pertenecer a una de las zonas estratégicas en la producción cuprífera de Chile.
«Producimos cobre y seguimos pobres», sostienen autoridades locales y representantes de organizaciones sociales del referido territorio, situado en la región de Antofagasta, a unos mil 500 kilómetros al norte de esta capital.
Marchas, asambleas de barrios y cacerolazos signarán la jornada de protesta este lunes en la mencionada urbe, considerada la capital de la minería nacional.
La Asamblea Ciudadana, institución que convocó al paro, llamó a que la Corporación Nacional del Cobre (la estatal Codelco) entregue un porcentaje de la venta del metal rojo para mejorar la calidad de vida de los habitantes de la zona.
Abogó asimismo porque la inmensa riqueza que genera el mineral en la economía del país suramericano conlleve también al desarrollo de las ciudades mineras y de la población chilena en general.
Chile es el productor más grande de cobre en el mundo y atesora en su suelo casi el 50 por ciento de las reservas mundiales de ese metal.