18/12/2007 –
Por Javier Cobeñas Vega
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La multitudinaria marcha pacífica contra la minera Majaz en la ciudad de Piura fue opacada por grupos de infiltrados que provocaron un enfrentamiento entre policías y campesinos de Ayabaca, Huancabamba, Tambogrande, Las Lomas, entre otras zonas que se oponen al proyecto de cobre Río Blanco.
El incidente ocurrió ayer al mediodía en los exteriores del local del Gobierno Regional de Piura, hasta donde llegaron cerca de 4 mil comuneros para dejar un memorial al presidente regional César Trelles. Pero el funcionario aprista estuvo ausente. Pese a ello, algunos dirigentes ingresaron a la institución. Al no haber resultados, tras más de una hora de espera, los ánimos de los campesinos se fueron exacerbando en las calles. Y un grupo del Sindicato de Trabajadores de Petróleos del Perú-Operaciones Oleoducto aprovechó la incertidumbre para arrojar un ataúd de cartón en llamas al cordón policial, lo que originó una lluvia de piedras lanzadas por los infiltrados y bombas lacrimógenas arrojadas por los policías que dejó una campesina herida: Graciela Pachérrez.
El presidente de la Federación Provincial de Rondas Campesinas de Ayabaca, Magdiel Carrión, aclaró que quienes protagonizaron los hechos violentos no fueron campesinos.
La policía intervino a Marco Herrera Díaz, quien declaró ser militante del Partido Nacionalista Peruano de Ollanta Humala.
EL DATO MARCHAS.
El dirigente campesino Magdiel Carrión dijo que en 2008 los comuneros realizarán diversas marchas en Lima y Piura para que el gobierno central entienda que no quieren basar su desarrollo en la minería.