En el ocaso de Bajo La Alumbrera y el surgimiento de Agua Rica, los desechos del dique de cola del megaproyecto se siguen filtrando. Las medidas de control tomadas resultan insuficientes y el caso estaría fuera de control.
El dique de colas es una obra de infraestructura de mina, cuyo principal objetivo es almacenar los sólidos remanentes del tratamiento del mineral por la planta concentradora y el dique de Bajo la Alumbrera es uno de los más grandes de Sudamérica, cuenta con varios derrames en su haber y hasta hay directivos procesados.
El desastre ambiental que produce Bajo La Alumbrera no se reduce a las filtraciones, sin embargo la empresa trata de controlarlas colocando bombas que retrobombean los desechos que escapan. Puede pensarse que las filtraciones continúan producto de la ineficiencia y la ineficacia de la empresa pero ya vemos que no hay membrana ni sistema de bombeo capaz de contener el volumen de desechos y sus drenajes y Bajo la Alumbrera es un ejemplo más que se suma a la catástrofe producida en Veladero.
Las filtraciones que jamás fueron controladas, siguen su camino hacia el río Vis Vis mientras la falta de estabilidad del dique hace temer a las poblaciones una posible ruptura. Estos temores se acentúan porque para la apertura de Agua Rica se utilizaría la infraestructura de Alumbrera.
Cabe destacar que la Universidad Nacional de Tucumán se negó a continuar con el proyecto sosteniendo que no es posible calcular el riesgo dada la cercanía de la población del punto de extracción.
Mientras, el dique sigue perdiendo desechos.
Fuente:https://noalamina.org/argentina/catamarca/item/43187-san-juan-contaminacion-imparable