Negocios privados que festeja no solo Morales con las multinacionales. Los economistas de Fernández también se anticipan al futuro de corporaciones que ubican a la provincia y al país subordinado a un modelo extractivista.
La semana pasada el gobernador, Gerardo Morales, junto a una nutrida comitiva de funcionarios se hizo presente en la planta de la empresa Sales de Jujuy con motivos del anuncio de una inversión de 300 millones de dólares.
Los fondos que contarían con un financiamiento de 180 millones de dólares por parte del banco japonés, Mizuho Bank Ltd. , estarían orientados a ampliar la capacidad productiva de litio de 17.500 a 42.500 toneladas para el año 2021.
“Están trabajando con una mentalidad abierta al mundo y eso es lo que queremos, que nuestros productos y su valor agregado se exporten e inserten en los mercados mundiales”, indicó, por lo cual ratificó el rumbo y el compromiso provincial “para sostener este proyecto con todo nuestro empeño y energía”, afirmó el Gobernador durante el acto según publicó El Tribuno (22/9/19).
No es la primera vez que Morales habla en primera persona cuando se refiere a la actividad de extracción del mineral de litio de la Puna jujeña. Casi como si fuera un logro de su gestión, cuando en realidad el negocio lo hacen empresas privadas.
En el caso de Sales de Jujuy, es propiedad de la australiana Orocobre y la japonesa Toyota, y opera la extracción de litio en común acuerdo con el Estado provincial que se ubica como socio menor de la multinacional con el 8,5 % del paquete accionario, a través de JEMSE, ¿Será entonces por esta sociedad que el Gobernador se siente parte de la producción de litio?
Si bien se desconocen los ingresos del Estado provincial que genera la sociedad de JEMSE con Sales de Jujuy, solo guiándonos por un cálculo aproximativo, el pago de impuestos del conjunto de las empresas mineras en la provincia es un insignificante 0,9 por ciento del total de sus exportaciones. Las migajas no deberían ser motivo de festejo.
Pero el ponerse la camiseta de Sales de Jujuy, tal vez, se pueda explicar a partir de ubicar al Estado como un garante de los negocios de grandes corporaciones que extraen con total libertad (bajo su amparo) recursos del suelo que pertenecen a las comunidades originarias, provocando además un fuerte impacto ambiental. De esta manera, el gobierno haciendo uso de una política con ciertos tintes “desarrollistas” a favor de las multinacionales, no da cumplimiento siquiera a derechos a los pueblos indígenas establecidos en la Constitución nacional o el Convenio 169 de la OIT y en otros tratados internacionales”. Este sería otro motivo para no festejar.
El litio en la mira
La explotación de litio en manos de un puñado de grandes empresas (Albemarle Corp., (USA), Soc. Química y Minera de Chile SA y Tianqi Lithium Corp. y Ganfeng Lithium Co. de China) opera, al igual, que otras actividades de tipo extractivistas en manos de corporaciones que ubican a los países de América Latina como reservorios de recursos naturales y, se aprovechan de la mano de obra cada vez más barata en dólares, producto de la devaluación del peso argentino que este año alcanza al 50 %, junto con leyes nacionales y provinciales que les dan facilidades fiscales.
No solo es el gobierno de Morales, sino el propio Frente de Todos, a través de sus economistas (Nielsen, Kulfas, Álvarez Agis) que ubican al litio como un destino privilegiado para potenciar la llegada de nuevas inversiones, como también para ensayar reformas laborales que quiten derechos a los trabajadores siguiendo el ejemplo que festejan los empresario que invirtieron en Vaca Muerta.
Anticipando el futuro
La Bolsa de Comercio de Rosario confeccionó un informe donde destaca como el mineral triplicó su precio en los últimos 10 años, a la vez, justifica el rol subordinado en el negocio del litio que le corresponde a la Argentina en las cadenas de valor en el mundo.
“Estados Unidos, Japón, China y Corea del Sur, nuclean el 95% de las exportaciones de todo el complejo del litio argentino y han establecido en la región varias compañías dedicadas a la extracción del preciado metal. Un excelente ejemplo de la integración vertical en la industria automotriz son los grupos japoneses Toyota y Mitsubishi, que buscan asegurarse suministros de litio a través de fuerte inversión en la puna argentina.”
Los elevados costos de transporte a los centros de fabricación y consumo como los altos requerimientos de especialización tecnológica son algunos de los principales motivos que destaca el informe, al momento, de justificar el rol de proveedor del recurso con un escaso valor agregado. Muy lejos de la fabricación incluso de baterías en los lugares de extracción del mineral, cuestión que las propias multinacionales ya tienen resuelto fuera de América Latina donde se concentran cerca del 80 % de las reservas mundiales de litio.
Los escenarios que anticipa la Bolsa de Comercio de Rosario para el litio son alentadores para las multinacionales, proyectando inversiones que van desde los 1400 millones hasta los 5.200 millones de dólares en el mejor de los casos entre el 2022 y el 2025. Si consideramos que la Inversión Extranjera Directa tuvo su mejor año en 2018 con 11.873 millones de dólares, las cifras que podrían ir al del litio muestran que este sector tiene un carácter más bien de nicho de buenos negocios, aunque de efectos más que limitados en el impacto sobre el conjunto de la economía provincial y nacional. Mientras tanto, por fuera del negocio de las mineras, sea en la voz de Morales o de Fernández, el litio contribuye al discurso electoral como una esperanza blanca.
Un replanteo del esquema extractivista dependiente sobre el litio exige tomar medidas de otra clase, como propone el Frente de Izquierda, peleando por la nacionalización de las empresas mineras bajo control de los trabajadores y comunidades originarias con el fin de reorganizar la producción con un sentido social y evitando el fuerte impacto sobre la naturaleza que estas actividades generan.
Fuente:http://www.laizquierdadiario.com/Inversiones-en-litio-Que-festeja-el-Gobernador-de-Jujuy