Este lunes marcharon y realizaron el cierre simbólico de la empresa canadiense
También participaron representantes de Salaverna, Mazapil e integrantes del Observatorio de Conflictos Generados por la Minería
Gente que vive de la ganadería, denuncia que el agua corre aceitosa, turbia, y que temen por sus animales; otras personas han advertido de la muerte de algunas cabezas de ganado
Refieren que la contaminación del agua generada por la minería causa enfermedades cutáneas y gastroinstestinales, así como afectaciones en ojos y oídos
Unas 350 personas procedentes de colonias y barrios la cabecera municipal de Chalchihuites, además de comunidades como La Colorada, Rancho Colorado, Piedras Azules, Rancho del Cura; y otras solidarias, como Salaverna, Mazapil, así como integrantes del Observatorio de Conflictos Generados por la Minería, realizaron ayer una manifestación para solicitar al cabildo, entre otros puntos de un pliego petitorio, que interponga la demanda contra la Minera First Majestic Unidad El Toro ante la Secretaría de Economía federal.
La petición está sustentada en lo dispuesto en la Ley Minera y su Reglamento, y refiere el caso de que la población o los trabajadores tengan en riesgo su integridad física; y para salvaguardarla, el que la SE realice una investigación para determinar las medidas que debe tomar la empresa, y que en caso de no acatar, podrían llevarla al cierre definitivo.
“Mi oro es el agua, el aire y la tierra” se leía en una de las pancartas que sintetiza la visión de las personas que se reconocen como integrantes de un movimiento que está suscitándose no sólo en el estado de Zacatecas sino en México y el mundo, como expuso Claudia Castellón, quien dio voz al pliego petitorio que le fue entregado al alcalde Israel Flores Miranda.
El balance local es el siguiente: 600 empleos mal pagados (15 veces menos que lo que un minero en Canadá recibe por el mismo trabajo), no justifican los daños irreversibles al medio ambiente en el que actualmente habitan sólo en la cabecera municipal de Chalchihuites, unas 5 mil personas.
Por otro lado, exponen que el poblado ha subsistido por más de 461 años (viviendo de la agricultura y la ganadería) sin la presencia de los consorcios transnacionales extractivistas, quienes a diferencia de sus antecesores, tienen procedimientos mucho más agresivos.
Entre los datos, recuperados de la propia página oficial de la empresa minera se refiere que sólo en 2017 extrajo 478 mil toneladas de mineral, y ofreció al micrófono el cálculo Efraín Arteaga Domínguez, representante en la entidad de la Unión de Trabajadores Agrícolas (UNTA), que para su procesamiento se requieren tres metros cúbicos de agua por cada tonelada.
Los testimonios de la población hablan de la existencia de aguas residuales de la industria minera que transitan por el arroyo del Cajón para desembocar finalmente en el Río Chalchihuites y el Río Súchil (este último ubicado en Durango), las poblaciones que toca en su avance son Piedras Azules, Racho Colorado, San Antonio de Guadalupe, San José de Buenavista, entre otras.
Gente de Rancho Colorado que vive de la ganadería, denuncia que el agua corre aceitosa, turbia, y que temen por sus animales, otras personas han advertido de la muerte de algunas cabezas de ganado.
El recuento refiere asimismo manifestaciones cutáneas, enfermedades gastroinstestinales, y afectaciones en ojos y oídos, que asocian con la contaminación del agua provocada por la minería.
El Movimiento Civil Chalchihuites constituido a partir de que desde hace unos tres meses se manifestaran una serie de detonaciones que cimbraron las casas de los pobladores de la cabecera municipal, cuenta en un censo propio, unos 50 domicilios afectados en diferentes grados.