Esta zona del país es considerada la despensa agrícola de Colombia. Allí luchan por conservar los recursos naturales.
Hace un año, 6.165 habitantes de Cajamarca, un 97,92% de los votantes, rechazaron la extracción de oro a cielo abierto en su municipio. Sólo 76 personas dijeron que sí de una población de 20 mil habitantes que tiene esta región considerada “la despensa agrícola de Colombia“.
Un año después se percibe en Cajamarca un ambiente tranquilo, entre semana parece desolado, contrario a lo que pasaba antes cuando funcionaba la mina. La consulta ha divido aún más a sus habitantes: los campesinos agricultores que toda la vida han vivido de lo que le da la tierra, los comerciantes que crecieron y aumentaron sus ventas con la mina, la administración municipal que considera que la consulta empobreció al municipio y los ambientalistas y promotores que ganaron pero temen que no se respete la voluntad popular.
El proyecto de la mina La Colosa en Cajamarca posee el yacimiento de oro más grande del mundo con 26,8 millones de onzas de recurso inferido. La compañía de origen sudafricano AngloGold Ashanti tiene los derechos y adelantaba desde hace varios años el proceso de exploración que iba avanzado.
LA FM y RCN Radio estuvieron en el lugar, donde se habló con voceros de todos los sectores. Jorge Bermúdez, quien se dedica a la siembra de arracacha, fríjol, verduras y maíz, dice que el pueblo sigue normal: “no veo que nada haya cambiado, la mayoría ganó“.
Daniela Martínez atiende un quiosco en la plaza central de Cajamarca, donde se venden productos de la Asociación de Productores de Cajamarca (Apacra), pertenecientes al cañón de Anaime, como arequipes y tortas de arracacha y zanahoria, galletas de chacha fruto, arequipe de café, guineos, entre otros. Dice que después de la consulta “hasta el momento todo está muy bien, el empleo ha sido un poco escaso, pero seguimos en la lucha de conservar los recursos naturales“.
Eduardo Bonilla señala que cuando estuvo la mina dio aportes muy pequeños: “un aporte debe ser un proyecto de agua tratada, acueducto y alcantarillado, y no aportes de agua tibia, ellos se llevan toda la plata y el pueblo queda acabado“. Acota que es mentira que la explotación del oro iba a traer progreso: “la mina que dejan es la ruina en los pueblos, se llevan la plata y dejan los pueblos arruinados. Cajamarca es la despensa agrícola de Colombia y lástima que todos los gobiernos la han tenido abandonada y los alcaldes han sido incapaces de conseguir proyectos para nuestro pueblo“, sostiene airado el campesino.
Selfino Rojas indica que el pueblo está igual que hace años: “ahora toca trabajar igual, con la mina o sin la mina nos tocaba trabajar lo mismo“. Se queja porque fue a solicitar ayuda y no le dieron nada: “le daban ayudas a los que tienen, pero a uno que es pobre no le dan nada“. Agrega que si quieren sacar el oro algún día, “lo sacarán porque a la gente lo que le interés es la plata“.
Los comerciantes de Cajamarca aparentemente son los más perjudicados por la parálisis de la mina de La Colosa. Ubaldina Montañez es dueña de uno de los hoteles en Cajamarca, cuenta que cuando funcionaba el proyecto, ella generaba unos 20 empleos directos con el hotel, 10 informales y toda la cadena que se desprende del servicio de alojamiento y gastronomía con todos los proveedores. “En este momento estamos sosteniendo dos empleos y haciendo de todo nosotros, no lo hemos cerrado porque de eso vivimos, pero nos vemos obligados a la informalidad y a no continuar con una empresa sólida“, dice.
Don Campo Elías tiene una fama de carne en Cajamarca, dice que el comercio ha bajado y los arriendo también: “había mucha casa habitada y ahora están desocupadas, la despensa agrícola también se ha reducido porque mucha gente se había ido a trabajar a la mina y estaban dejando sólo el campo“.
Henry Pineda es el periodista del municipio, durante muchos años ha sido el reportero de Cajamarca. Dice que faltó más presencia del gobierno nacional para que ilustrara qué podía pasar con la mina: “no dio luces que aclararan qué podía pasar a favor y en contra, el decreto ya fue expedido, no se puede realizar ningún tipo de índole minero, después de eso muchas personas quedaron desempleadas, sigue la incertidumbre. Ahora la pregunta es ¿qué va a pasar con el proyecto de La Colosa, uno de los proyectos mineros más grandes del mundo?“.
Juan Pablo Peralta es el Secretario de Planeación de Cajamarca, considera que la consulta empobreció a la población. Dice que se evidencia un fenómeno negativo en cuanto a la dinámica socio económica del municipio. “La empresa minera en el año 2007 llegó a tener un pico laboral de 100 personas trabajando, lo que es bastante significativo en la dinámica socio económica, dejó de circular en su mejor momento cerca de 2 mil millones de pesos mensuales, en la economía que movían el comercio y el tema inmobiliaria. Hoy los establecimientos de comercios se fueron a pique, a muchas de las personas que vivían de los arrendamientos en zona urbana les ha ido muy mal, han tenido que bajar al 50 por ciento el costo de los arrendamientos“.
Peralta añadió que la empresa Anglo Gold Ashanti también estaba haciendo una serie de desarrollos para el fortalecimiento de vocaciones productivas en el sector agrícola del municipio.
Edwar Amaya es el jefe de asuntos corporativos de la Anglo Gold Ashanti. Dice que además de la consulta fueron diversas la razones que llevaron al retiro de la empresa de Cajamarca. “Desde lo institucional, lo social y la político, implica, suspender el empleo, la inversión, mientras que se da la certeza a la actividad minera en Colombia“.
Amaya subraya que un año después de la consulta minera del proyecto de La Colosa, las cosas siguen igual y siguen trabajando en la búsqueda de un diálogo constructivo y sincero. “Aceptamos que las comunidades son parte fundamental del debate, deben convertirse en promotores de desarrollo para la regiones, pero debemos ver también la minería responsable con otros ojos, la que produce miles de millones en ingresos de regalías para la salud y la educación en la región. Ese diálogo es necesario pero mientras no se dé, estamos en circunstancias como las que vivimos actualmente en Cajamarca“, enfatiza el vocero de la minera.
Julio Vargas, uno de los promotores de la consulta minera en Cajamarca, reafirma su posición pero teme que en el futuro se desconozca la voluntad popular. “Seguimos sosteniendo esa posición de que somos la despensa agrícola de Colombia; la defendemos porque tenemos unas fuentes hídricas muy importantes como lo es la cuenca mayor del Río Coello que baña buena parte del departamento del Tolima“.
Resalta que la consulta permitió blindar el territorio de la gran minería: “vemos que el potencial económico del municipio se encuentra en el sector agropecuario y en impulsar nuevas fuentes económicas como el ecoturismo, alternativas de desarrollo armonizadas con el medio ambiente, pero nos preocupa la posición del actual alcalde de Cajamarca que manifiesta que esa consulta popular lo que provocó fue una crisis económica en el municipio y que se debe permitir que se haga la minería“.
Fuente:https://www.lafm.com.co/nacional/asi-vive-hoy-cajamarca-un-ano-despues-de-decir-no-la-mineria/