Ambientalistas panameños indicaron este sábado que el Cambio Climático global desaconseja la explotación de la minería a cielo abierto en áreas tropicales, donde las lluvias intensifican el peligro de devastadoras inundaciones.
Alida Spadafora, directora ejecutiva de la Asociación para la Conservación de la Naturaleza (ANCON), dijo a dpa que el monitoreo satelital de organismos científicos revela que “Panamá es claramente vulnerable” a inundaciones, incluidas las áreas mineras.
Spadafora recomendó, en forma categórica, sustituir la minería a cielo abierto por los proyectos forestales y el “turismo coherente” en zonas selváticas que poseen suelos poco cohesionados. Añadió que ello evitaría una inmensa contaminación en el ecosistema.
La dirigente ecologista formuló sus declaraciones un día después de haber suscrito un comunicado de advertencia, conjuntamente con directivos del Centro de Incidencia Ambiental (CIAM), el grupo Panamá Sostenible (PASOS) y la Fundación Albatros Media.
El documento señala que en condiciones normales, la cantidad de lluvia en el Distrito de Donoso, en la caribeña provincia de Colón, donde opera el Proyecto de Oro Molejón, promovido por la empresa Petaquilla Gold, es de cinco metros al año. El registro equivale a casi la mitad del agua descargada por los monzones en la India.
Sin embargo, este año, la estación meteorológica de Tocumen, en la provincia de Panamá, registró 2,6 metros de lluvia en los primeros 12 días de diciembre, lo cual triplica los promedios históricos de precipitaciones.
A finales de agosto, tres comunidades en Donoso denunciaron en la Defensoría del Pueblo que se habían producido o podrían ocurrir derrames de la tina de relave del proyecto minero, debido a las fuertes lluvias que caían en ese momento sobre la zona.
Spadafora recordó que inspecciones posteriores confirmaron el alto nivel de cianuro en una de las tinas de relave que alcanzó hasta 46 partes por millón (ppm). La cifra excede hasta más de 20 veces el límite de -2ppm fijado en el Estudio de Impacto Ambiental (EIA), aprobado por la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM).
Tras un sobrevuelo de observación realizado el 3 de diciembre, los ambientalistas constataron que las tinas de relave estaban al límite de capacidad, lo que acentuó el peligro de contaminación.
Spadafora reseñó que el hecho aconteció 15 días después del cierre del período de consulta pública del EIA del Proyecto de Cobre Panamá, promovido por la empresa Minera Panamá, subsidiaria de la multinacional canadiense Inmet Mining Corporation, que aduce un respeto por el medio ambiente.
Por su parte, Mariela Grimaldo, de la Red de Periodistas y Comunicadores AgroAmbientales de Panamá, instó al gobierno a actuar en forma responsable frente a las inundaciones cada vez más frecuentes que amenazan a comunidades ribereñas y generan desafíos.
Sostuvo que es necesario estructurar un “plan verdadero y realista de prevención, incluida una posible sequía”, ante fenómenos extremos agudizados por el Cambio Climático.
Grimaldo manifestó que “la deforestación y saqueo de las riberas y lechos de los ríos continúan impunemente”, especialmente en la provincia de Darién, limítrofe con Colombia, que este año ha sido azotada por el desbordamiento de afluentes caudalosos.