En los últimos 15 años, Colombia ha experimentado un boom minero sin precedentes en su historia. Cajamarca, conocida como la despensa agrícola del país, no ha sido ajena al paso de la locomotora minera.
Desde que la multinacional AngloGold Ashanti hizo pública en 2006 su presencia en la región miles de campesinas, campesinos y jóvenes ambientalistas del Tolima temen que la tercera productora de oro más grande del mundo les arrebate para siempre lo que consideran es su mayor riqueza: el agua, la biodiversidad, la tradición agricultora y la paz.
En la actualidad La Colosa se encuentra en su fase de exploración y proyecta extraer cerca de 28 millones de onzas troy de oro durante 31 años.
Para la Red de Comités Ambientales del Tolima, el proceso de explotación a cielo abierto mediante el lavado con cianuro de la roca extraída de la montaña, pone en riesgo importantes y sensibles ecosistemas naturales de la Zona de Reserva Forestal Central, del sistema de páramos Los Nevados, y fuentes hídricas como las cuencas de los ríos Coello y Combeima, que abastecen a poblaciones como Anime, Cajamarca, Doima, Piedras e Ibagué, entre otras.
Las comunidades campesinas de Cajamarca dicen que no pueden confiar en AngloGold Ashanti luego de que la multinacional mantuviera en silencio su presencia en la región durante cuatro años (entre 2002 y 2006) y temen que la multinacional repita allí los presuntos hechos de violación de derechos humanos, financiamiento de grupos paramilitares y contaminación de río por los que es cuestionada e investigada en otros países del mundo.