San José (elpais.cr) – La presidente de Costa Rica, Laura Chinchilla, llamó a ganaderos y a empresarios de San Carlos a sumarse a la lucha para enfrentar a supuestos grupos ambientalistas que quieren convertir este país en un «museo de historia natural».
Durante la gira a San Carlos, el último fin de semana de octubre, Chinchilla participó en una reunión en la Cámara de Ganaderos, a raíz del establecimiento del área protegida Maquenque.
Precisamente, esa misma semana, la transnacional canadiense Infinito Gold realizó una gira con comunicadores twiteros, empresarios, ganaderos y algunos periodistas de la Región Huetar Norte para mostrarles el sitio en Crucitas, donde pretende construir una mina de oro a cielo abierto.
«Vean, amigas y amigos, cuando ponemos en Costa Rica el mapa de las zonas protegidas y encima ponemos el mapa de la pobreza, los dos coinciden, los dos coinciden», dijo Chinchilla a los presentes, según el discurso subido por la empresa a su sitio en Facebook. (Ver: http://www.goear.com/listen/75bc5d7/declaraciones-sobre-trabajo-y-ambiente-laura-chinchilla y http://www.facebook.com/notes/la-verdad-sobre-crucitas/laura-chinchilla-pide-respeto-a-la-naturaleza-pero-tambien-a-las-comunidades-mas/171568222855794 ).
El sitio de Infinito Gold resalta que Chinchilla declaró a las fuerzas productivas de la zona que «hay grupos radicales en este país que pretenden convertir a Costa Rica en un museo de ciencias naturales y por eso es importante que nos unamos para luchar juntos contra estas imposiciones e intolerancias».
«Eso quiere decir que si bien ha sido muy hermoso que Costa Rica haya luchado por su sostenibilidad y que haya logrado proteger muchas regiones, no es justo que los habitantes de esas zonas no se les hayan dado oportunidades de desarrollo», explicó la mandataria.
«Ellos son los que están llevando sobre sus espaldas el costo del modelo de sostenibilidad de Costa Rica. Por eso es que yo necesito, que en muchos casos que vamos a enfrentar, personas como ustedes, nos ayuden a levantar la voz contra algunos grupos radicales, que no quieren proteger el medio ambiente, que lo que quieren hacer, porque esos no grupos no están pensando en la protección del medio ambiente, quisieran hacer de Costa Rica un museo de historia natural, en donde está la naturaleza exhibiéndose muerta porque los hombres no tienen oportunidades de vida en esas regiones», dijo a viva voz y en medio de aplausos.
«Si en algo tiene sentido el cuidar la naturaleza es para que la gente que viva en ella pueda tener mayor bienestar. Y las dos cosas las podemos hacer de la mano, podemos generar fuentes de trabajo y podemos cuidar la naturaleza», dijo en su alocución, considerada como un gran respaldo a Industrias Infinito.
«Pero eso sobre todo es una discusión que vamos a tener que enfrentar el gobierno de la mano de las comunidades del país y de las comunidades más alejadas y más pobres», apuntó Chinchilla.
Recordó que dos semanas antes visitó la zona sur de Costa Rica, «una de las zonas más pobres, adonde el narcotráfico está presente, porque es la única alternativa que tienen los habitantes a pesar de las riquezas de esa zona».
«Y me encontré grupos radicales, que me dijeron «no haga el aeropuerto», me encontré con grupos radicales que me dijeron «no más turismo», esos no quieren desarrollo, y esos grupos los vamos a tener que enfrentar juntos…», aseveró la mandataria.
Sin embargo, en la región sur de Costa Rica ninguna organización ambientalista dio cuenta de reunión alguna con Chinchilla, ni se informó de que habló con ecologistas.
Reclamo
Entre tanto, el ambientalista David Rojas, quien ha participado en diversas actividades contra la minería en Crucitas, cuestionó a Chinchilla las declaraciones, y expresó su sorpresa.
«En primer lugar, hay regiones del país como la costa guanacasteca, donde lo que queda de bosque está siendo destruido para el desarrollo de megaproyectos turísticos, sin que eso se haya traducido en beneficio alguno para las comunidades, que descuellan por la miseria en la que están sumidas y el desempleo galopante», apuntó.
«A pesar de toda la voracidad con la que se han consumido nuestros bosques, la cuarta parte de la población costarricense sigue hundida en la pobreza, y usted sabe que eso no es solo en la periferia del país, sino en el corazón de sus ciudades metropolitanas», anotó.
«Lo que no es justo, es que los habitantes de las diferentes regiones tengan que soportar la pobreza y la destrucción crónica del medio ambiente, ayunos de un programa nacional de actividades económicas ecoturísticas que puedan no solamente apagar muy parcialmente el incendio inmediato del desempleo, sino ofrecerle a las generaciones venideras opciones dignas de trabajo», señaló.
Además, Rojas cuestiona si «¿Se desarrolló Miramar con el proyecto minero que se impulsó en esa localidad, o la comunidad donde está el hotel Riu, o las zonas bananeras?».
El ecologista recriminó que la mandataria hable de enfrentar a los ambientalistas, cuando el 90% de la población se opone a la minería de oro a cielo abierto en Costa Rica.