El pasado 2 de septiembre, en la ciudad de Lima, se firmó la transferencia oficial del megaproyecto Las Bambas con la presencia del presidente Alan García, representantes de la empresa Xstrata y diversas autoridades de la región Apurímac y miembros de algunas comunidades. El presidente peruano lo ha calificado como el contrato del siglo.
Llama la atención que no se esté considerando a la región Cusco en los procesos de evaluación y toma de decisión sobre este mega proyecto, cuando a todas luces Las Bambas tiene características de ser un proyecto biregional que tendrá impactos en la región Cusco.
Si bien el proyecto se ubica en la provincia de Cotabambas, en Apurímac, lo que no se ha dicho es que el mineral será sacado y transportado a través de un mineroducto hasta la provincia de Espinar en Cusco. Es en Espinar y no en Apurímac que se va a procesar el molibdeno que se extraerá en Las Bambas (ver mapa).
El mineroducto tendrá una extensión de aproximadamente 206 kilómetros y com se puede apreciar en el mapa, atravesará una provincia de Apurímac (Cotabambas) y dos provincias de Cusco (Chumbivilcas y Espinar. De las 20 comunidades afectadas por el derecho de vía del mineroducto, la gran mayoría son comunidades campesinas de Chumbivilcas y Espinar. Además, el mineroducto necesitará de nueve estaciones de bombeo y la gran mayoría de estas estaciones estarán ubicadas en territorio cusqueño.
Tampoco se ha informado que el mineroducto va a cruzar en 48 puntos los ríos de las cuencas de Santo Tomás, Velille, Qquero, Salado y Apurímac. Esto significa que 17 ríos (la mayoría en la región Cusco), van a ser atravesados por el mineroducto, además de bofedales y lagunas (ver cuadro)
El mineroducto tendrá una extensión de aproximadamente 206 kilómetros y com se puede apreciar en el mapa, atravesará una provincia de Apurímac (Cotabambas) y dos provincias de Cusco (Chumbivilcas y Espinar. De las 20 comunidades afectadas por el derecho de vía del mineroducto, la gran mayoría son comunidades campesinas de Chumbivilcas y Espinar. Además, el mineroducto necesitará de nueve estaciones de bombeo y la gran mayoría de estas estaciones estarán ubicadas en territorio cusqueño.
Tampoco se ha informado que el mineroducto va a cruzar en 48 puntos los ríos de las cuencas de Santo Tomás, Velille, Qquero, Salado y Apurímac. Esto significa que 17 ríos (la mayoría en la región Cusco), van a ser atravesados por el mineroducto, además de bofedales y lagunas (ver cuadro).
CooperAccion ha observado que el EIA del proyecto Las Bambas no cuenta con un estudio que analice la calidad de los suelos en relación al contenido metálico; tampoco se han caracterizado las zonas de reservas de agua como son las lagunas y bofedales; no se ha hecho un estudio de los impactos a nivel de cuenca y no se ha evaluado el impacto que causará el movimiento y el tráfico de vehículos en las zonas de construcción del mineroducto.
Todos estos temas deberían ser subsanados. Las comunidades que se ubican a lo largo del trazo del mineroducto deberían estar adecuadamente informadas sobre los posibles impactos del proyecto que el propio EIA reconoce cuando habla de zonas de influencia directa e indirecta.
Las autoridades nacionales deberían informar cuanto antes sobre todos estos aspectos del proyecto. Hay temas ambientales y sociales que deberían ser abordados con objetividad y total imparcialidad. Si bien nadie se puede oponer al desarrollo de proyectos de inversión, estos deben garantizar que los derechos de las comunidades sean respetados, que se proteja adecuadamente el ambiente y que los beneficios lleguen a las regiones. Se espera que en esta ocasión se manejen todos los temas de manera clara y transparente para que el proyecto pueda realmente beneficiar al sur andino del país.