Lentamente avanza el proceso de destrucción de la cuenca de Río Puelo y Manso, y nos acercamos a un grave conflicto geopolítico entre Argentina y Chile. El origen de este grave problema esta conformado por dos personajes muy conspicuos, el primero es el estado Italiano (dueña mayoritaria de las acciones de la Corporación Endesa), quien tiene el control total de las aguas de la Cuenca Binacional del Río Puelo desde 1990.
El segundo personaje, es un oscuro empresario minero chileno llamado Roberto Hagemann Gertsmann, quien mediante el uso de palos blancos, obtuvo los derechos de uso no consuntivo de las aguas de la cuenca binacional Río Manso, tributario del Río Puelo.
Ambos personajes, tienes un denominador común, ser vulgares ladrones de agua, pero con la salvedad de que Roberto Hagemann, ha iniciado una velada y agresiva adquisición de los derechos de propiedad de un antiguo fundo denominado Puchegüin, y con ello apoderarse casi 100 mil hectáreas y de aproximadamente 80 kilómetros de frontera entre Chile y Argentina, agravando la inestabilidad geopolítica de la cuenca del Puelo, debido a la violación del Protocolo Especifico Sobre Recursos Hídricos Compartidos (1), firmado por ambos países.
Todos estos movimientos corporativos y empresariales, están amparados por la ineptitud de los servicios públicos de ambos países, además de la ignorancia y codicia de pobladores de la cuenca, que se dejan seducir por unas cuantas monedas y falsas promesas de trabajo.