Sábado 28 de agosto de 2010
En México, a diferencia de lo que sucede en otras naciones, la explosión en la mina de Pasta de Conchos no dejó ninguna lección al gobierno federal ni a empresarios ni al gobierno de Coahuila, lamentó el jesuita Carlos Rodríguez, coordinador de procesos educativos del Centro de Reflexión y Acción Laboral (Cereal), quien aseguró que las condiciones de inseguridad en los socavones de carbón del país, así como la indiferencia de las autoridades laborales ante el problema, continúan siendo la constante.
En conferencia de prensa, en la que también estuvieron Plutarco Ruiz y René Pérez, sobrevivientes del siniestro en el pozo El Boker; Francisco Castillo, de Vertical 4; Sofía García, esposa de Plutarco Ruiz; Cristina Auerbach, de Familia Pasta de Conchos, y el abogado laboral Manuel Fuentes, se hizo hincapié en que a más de cuatro años de la explosión en Pasta de Conchos nada ha cambiado, pues no hay mejora en las condiciones de seguridad ni castigo a los culpables.
La diferencia con siniestros mineros en China, Colombia y ahora en Chile es que en esos países las autoridades hablaron con la verdad, pero en México se inventan hipótesis para justificarlos. En otras naciones se toman medidas para reforzar la seguridad y se aplican sanciones.
Ahora, en Chile, está el presidente (Sebastián Piñera). Pero aquí, nunca, ni Vicente Fox ni Felipe Calderón se presentaron. La única similitud es que los siniestros hacen evidente que la situación de los mineros del carbón es insegura, trabajen en el país que trabajen.
El clérigo criticó que al no sancionarse a las mineras por el riesgo que hacen correr a los trabajadores, se les hace fácil no cumplir la ley e incluso saben que les es más barato pagar multas que proteger a los trabajadores.
Manuel Fuentes indicó que en el país es más fácil clausurar por incumplimiento de ley una miscelánea o una lavandería que una mina. Ello pese a que el riesgo que se corre en estas últimas, al no tener seguridad, es muy superior a lo que pueda derivarse por violar la ley en otros espacios donde el trato –coincidieron– sigue siendo inhumano.
Carlos Rodríguez comentó que los casos de Ruiz, Pérez y Castillo fueron denunciados ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y se espera respuesta.
Recordó que el pasado 20 de mayo la organización Familia Pasta de Conchos entregó un informe complementario en las oficinas de la OIT sobre lo ocurrido en el socavón. En éste se ofrecen pruebas de que el siniestro no fue un hecho aislado, sino resultado de la sistemática negligencia del gobierno mexicano.
http://www.jornada.unam.mx/2010/08/28/index.php?section=politica&article=019n2pol
Red Mexicana de Acción frente al Libre Comercio (RMALC)