MUESTRAS. Hilbert Ortiz, químico de la empresa Acuatec, contratada por Ancon para hacer los análisis, durante la toma de muestras en el río Turbe.
El administrador de la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam), Javier Arias, confirmó ayer que las tinas de lixiviación de la mina de Molejón de la empresa Petaquilla Minerals (grupo al que pertenece Petaquilla Gold) están al máximo.
Las tinas tienen el propósito de separar el metal del resto de los materiales. Este proceso -la lixiviación- requiere de químicos como el cianuro.
Arias reiteró que para verificar si se ha producido un derrame de cianuro, un grupo de técnicos de la institución realiza una inspección, pero no será hasta mañana lunes cuando brinde el informe completo sobre la situación ambiental.
El administrador de la Anam aseguró que los técnicos le han informado que el riesgo “está controlado”, ya que la empresa ha detenido la producción.
Vale decir, sin embargo, que la tina de emergencia que Petaquilla intenta terminar ahora debió estar lista en enero, antes de que empezara con los trabajos.
Alida Spadafora, directora ejecutiva de la Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza (Ancon), indicó que como organización también están realizando inspecciones en las áreas aledañas a la mina, para confirmar si se han dado derrames, como lo denuncian los moradores.
La oficina regional de la Defensoría del Pueblo en Coclé también se ha acercado al sector para determinar si se han producido daños.
Paul Bouche, jefe de la regional, confirmó también que la tina está “bastante llena”, y pidió tanto a la Anam como al Ministerio de Comercio e Industrias que actúen con mayor rigor y fiscalicen más constantemente las operaciones y actividades de la mina.
Lo mismo planteó Spadafora, de Ancon: urge, dijo, que las autoridades correspondientes mantengan un monitoreo constante que garantice y determine que no existen afectaciones al medio ambiente y a la salud de las personas.
Mario Pineda, geólogo y profesor de la Universidad de Panamá, resaltó el hecho de que la Anam no cuenta con el recurso y el personal idóneo para realizar este tipo de inspecciones.
Manifestó, además, que se debería instituir un organismo que lleve un control ambiental de los proyectos mineros en Panamá, y no que sean las propias empresas las encargadas, cuando ellas están más preocupadas por cuidar sus intereses.
La situación es especialmente grave, agregó Pineda, debido a que la empresa nunca planteó en el estudio de impacto ambiental (EIA) cuáles serían los mecanismos técnicos que se utilizarían para controlar la parte hídrica, en un área en donde las precipitaciones son copiosas. El propio EIA señala que las lluvias en el sector de Donoso se caracterizan por ser tormentas localizadas de poca duración, pero de alta intensidad.
Arturo Dominici, biólogo y miembro de Conservación Internacional (una ONG ambiental), explicó que la minería es una de las actividades que más está afectando en estos momentos el paisaje natural y los recursos naturales en el mundo.
Como panameño, a Dominici le preocupa que esta actividad se registre en un país pequeño de clima tropical, en donde las lluvias son constantes.
Según el EIA de Petaquilla Gold, la mina drena sus aguas hacia el río Molejón, el río Turbe y en varios de sus afluentes, incluidas las quebradas Rastrojo y Camino.
Los ríos Molejón y Turbe desembocan en el río San Juan, que a su vez deposita sus aguas en el río Coclé del Norte. El Coclé del Norte finalmente llega hasta el Caribe, a 40 kilómetros al norte del proyecto.
Esta es una de las razones por la que los ambientalistas están preocupados por las consecuencias que un derrame de cianuro pueda tener en las comunidades cercanas a estos cursos de agua.
Según los pronósticos de la Empresa de Transmisión Eléctrica S.A., se espera que hoy domingo siga lloviendo en Colón, aunque de forma “ligera”.
Personal de Ancon que estaba ayer en el área tomando muestras reportó lluvias y crecida de los ríos.
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