Diversas asociaciones de danzantes seguidoras del Señor de Qoyllority convocaron a una marcha para el 18 de enero en protesta contra las concesiones mineras que amenazan el santuario, ubicado a los pies del nevado Ausangate, en la provincia de Quispicanchis.
La movilización exigirá la suspensión inmediata de los permisos otorgados a los proyectos mineros según la modificatoria de la Ley Nº 27651, que también atenta contra el camino que siguen miles de peregrinos durante el mes de mayo para ver la imagen sagrada.
En conversación con Servindi, Julián Condori Qqueso, comunicador quechua de la Red de Comunicadores Indígenas del Perú (REDCIP), informó que es urgente que el Estado proteja este recorrido ya que también existiría minería informal.
“Precisamente en la zona de Qoyllority se tiene conocimiento que hay yacimientos de plata, oro y otros minerales. Entonces hay algunas transnacionales que están queriendo sí o sí explotarlo, y por ello los danzantes están organizando una movilización”, expresó.
Asimismo, Condori comentó que anteriormente se presentó un documento al Gobierno Regional de Cusco y al Ministerio de Cultura para que vean el caso; incluso -precisó- un especialista solicitó que se reconozca a la zona como Parque Natural para así asegurar su protección.
“Lamentablemente hay autoridades corruptas, y por la insistencia de las empresas mineras se está queriendo llevar adelante las explotaciones en esta zona. Entonces es un conflicto social latente lo que estamos avizorando en este mes de enero”, dijo.
Finalmente, Condori explicó que la movilización pacífica estará dirigida contra las oficinas de la Dirección Regional del Ministerio de Energía y Minas en la ciudad del Cusco. Posteriormente se organizará una asamblea para acordar las siguientes medidas.
Qoyllority
Cabe mencionar que la ceremonia de fe al Señor de Qoyllority comienza con la peregrinación de diversos grupos del Cusco y principalmente de la sierra sur del Perú, autodenominados naciones, hacia la localidad de Sinakara en el nevado Ausangate.
Esta celebración coincide con el inicio de la Semana Santa, y durante su festividad se puede apreciar el fervor de los danzantes conocidos como Ukukus o Pablitos.
Por su significado e importancia, estas actividades fueron declaradas como Patrimonio Cultural de la Nación en agosto de 2004.
En noviembre de 2011 fueron reconocidas como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).