Miércoles, 08 Julio 2015
Pulso / Pablo Jamett
El Shanghai Composite ha retrocedido un 27,86% en los últimos 26 días. El mercado apunta a una burbuja creada por el gobierno que ayer golpeó el valor del metal rojo.
Luego del rally experimentado en la bolsa china hasta mediados de junio, en los últimos 26 días el Shanghai Composite ha cedido 27,86%, entrando en un mercado bajista y atemorizando a los mercados a nivel global. Pese a la serie de medidas anunciadas por el gobierno chino, nada parece detener la caída de las acciones en el mercado de ese país.
Un total de 940 empresas chinas han dejado de cotizar en las bolsas de Shanghai y Shenzhen, dos de las principales plazas del gigante asiático, y hoy las miradas de los inversionistas se han desplazado desde el Mediterráneo a Asia.
Ayer el primer ministro chino, Li Keqiang, trató de enviar una señal a los mercados señalando que “China tiene la confianza y la capacidad para lidiar con los desafíos que enfrenta su economía”.
El mensaje de Li fue ignorado y el Shenzhen cerró la jornada con un retroceso de 5,34%, mientras que el Shanghai Composite cerró con una caída de 1,29%, al igual que el CSI 500, que concluyó con un retroceso de 1,76%. Desde el 12 de junio, el CSI 500 ha retrocedido 41,42%, mientras que el Shanghai Composite ha caído un 27,86%.
“Creemos que es momento para reevaluar los riesgos de lo que se ve como un mercado alcista “auspiciado por el estado”, como la excesiva sobrevaloración, exageradas o irrealistas expectativas sobre el progreso del as reformas, la locura creada por los inversionistas en el mercado de acciones, etc.”, dijo a PULSO Jianguang Shen, economista y director general de Asia para Mizuho Securities. “La euforia generalizada actual entre los inversionistas nacionales parece estar impulsado por la percepción de apoyo gubernamental explícita”, explicó el analista.
La pregunta que hoy muchos se hacen es cuánto tiempo podría extenderse y cuán profunda podría ser la caída. A juicio de Tim Schroeders, gerente de cartera de Pengana Capital, tratar de determinar la longitud y la profundidad de la crisis actual en el mercado de valores chino es muy difícil de predecir. Sin embargo lo que se puede anticipar es que, “la volatilidad en el mercado hace que sea un lugar difícil para invertir en el corto plazo y las valoraciones han pasado de ser atractivas -hace 18 meses- a estar ajustadas hoy a pesar de la recesión”.
Cómo frenar el desplome
Los analistas aseguran que el gobierno intervendrá nuevamente. Según un reporte de Bank of America, “momentos drásticos exigen medidas drásticas”. En ese sentido el banco estadounidense cree que el gobierno todavía tiene algunas iniciativas bajo la manga: “las compañías de seguros pueden ser alentadas a entrar en el mercado, el Ministerio de Hacienda puede reducir el impuesto de timbre sobre las transacciones bursátiles y el Banco Popular de China podría anunciar más medidas de flexibilización, entre otras posibilidades.
Sin embargo, el banco asegura que todas las posibles medidas funcionarán en la medida que haya confianza. “Si el gobierno no logra dar vuelta ese ánimo rápidamente, no tiene más remedio que convertirse en el comprador de última instancia en el mercado”.
Para Bernd Berg, director de estrategia de mercados emergentes de Societe Generale, el mercado chino podría, “en el peor caso corregir un 10% más en el corto plazo”. Berg explica que el panorama de crecimiento sigue siendo difícil y que el gobierno está reaccionando a través del recorte de tasas. “Espero más recortes de tasas con el fin de contrarrestar el deterioro de la situación económica”.
Impacto en commodities
La caída de las plazas bursátiles chinas ha tenido impacto en el dólar y por consiguiente en el precio de las materias primas.
El cobre cerró la jornada de ayer transándose a US$2,46 la libra, lo cual representa un retroceso de 10,01% desde el 10 de junio, su máximo en el año. En tanto, el precio del petróleo ha retrocedido 14,70% el barril desde su peak registrado el 10 de junio.
A juicio de Berg, de Societe Generale, a nivel mundial estamos frente a una caída mundial de los precios de las materias primas debido a las preocupaciones sobre el crecimiento de China, y commodities como el cobre están cayendo abruptamente. “El cobre es muy sensible a las preocupaciones de crecimiento. Como resultado el dólar está aumentando significativamente en los últimos días contra monedas de mercados emergentes y en especial contra las materias primas monedas de mercados emergentes”, señaló.
El experto anticipa que el peso colombiano, el real, el peso mexicano, el real brasileño y el peso chileno están bajo una fuerte presión. “Sigo siendo negativo para estas divisas de la región durante el horizonte temporal a corto plazo. Creo que el dólar podría llegar a $700 (en el mercado chileno) en los próximos 3 meses”.