Las montañas de Chalatenango fueron el escenario para una consulta popular histórica donde los pobladores salieron desde temprano de sus casas para votar, y no por una elección presidencial, ni para alcaldes, sino, para decidir si la gente está o no de acuerdo en la explotación minera en la zona.
“Bajamos de las montañas para decir no a esta cosa de la minería, ya con esta edad uno no aguanta, pero por lo menos, uno vota para los niños”, dijo Pedro Martínez, originario de Nueva Trinidad, en Chalatenango, quien decidió ir a votar a pesar de sus 90 años.
Él votó en una de las urnas ubicadas en Carasque, uno de los cantones donde se instalaron centros de votación desde las ocho de la mañana hasta las cuatro de tarde, del pasado domingo 29 de marzo.
La radio Sumpul, del Cantón Guarjila, había estado desde un mes antes invitando a los pobladores a participar de la consulta popular, y el día llegado hizo una fiesta cívica de cobertura completa donde entrevistaban a las decenas de mujeres, jóvenes y adultos que llegaron a dar un rotundo rechazo a la minería. Un 99% votó en contra.
“La verdad es que cuando el pueblo valida los procesos eso tiene más valor, la gente está participando muy motivada. Nosotros como servidores nos debemos al pueblo. El concejo municipal ha dado esta apertura para que el pueblo emita su voto”, dijo la alcaldesa del municipio de Las Vueltas, Rosa Alas, quien llegó a observar el proceso.
Nueva Trinidad es el tercer municipio que le dice no a la minería, antes lo hizo San José Las Flores y San Isidro Labrador. La alcaldesa Alas adelantó que en su municipio también se está organizando un mecanismo de participación igual antes que finalice el año. Situación similar pasará en Arcatao.
A la consulta popular realizada el 29 de marzo la gente debía responder a una sola pregunta con SI, o con un NO.
“¿Está usted de acuerdo en que se ejecuten proyectos de exploración y explotación minera metálica en el municipio de Nueva Trinidad?”, era lo que estaba escrito en la papeleta y la respuesta del NO fue abrumadora.
“Nosotros no estamos a favor de la minería, sabemos de las grandes consecuencias que eso trae para la salud y por eso venimos para que se tome en cuenta nuestra palabra”, contó Adela Rodríguez, de 23 años.
Nueva Trinidad es un municipio relativamente pequeño con unos 2,000 habitantes, pero ese día recibió la visita de muchos periodistas y observadores internacionales acreditados por la municipalidad y la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH).
Al evento llegaron como invitados observadores el ministro de Gobernación y Desarrollo Territorial, Arístides Valencia; el secretario de Participación y Transparencia, Marcos Rodríguez; el gobernador departamental, diputados del departamento y alcaldes de los municipios de Arcatao, Trinidad y Las Vueltas.