21 de abril del 2014
A la población de Intag
A la sociedad ecuatoriana
Nos declaramos más yasunidos que nunca con las poblaciones de Intag,
Nos declaramos vigilantes frente a la amenaza minera en esa zona de gran biodiversidad del país
Nos solidarizamos con la lucha de este pueblo como una lucha propia
En coherencia con nuestra lucha por el Yasuní para que el petróleo se quede bajo el suelo, abogamos para que el cobre se quede bajo la Cordillera de Intag como garantía del ejercicio de los derechos de la naturaleza, del derecho humano al gua, de la soberanía alimentaria y como requisitos para el Buen Vivir.
Intag forma parte de la reserva de Utopías existentes en nuestros país, han sostenido durante los últimos 20 años una resistencia exitosa para detener la incursión minera en sus tierras, han logrado la construcción de alternativas económicas, han generado modelos de participación activa en la gestión local. Han logrado que prevalezca un modelo propio de vida.
La oposición comunitaria de las poblaciones de Intag a la mega minería de cielo abierto es el resultado de la experiencia de atropellos y violaciones a los derechos humanos sufridos por las poblaciones locales con la intervención de empresas mineras japonesas, canadienses y ahora la empresa estatal minera en convenio con la estatal chilena codelco; pero también es el resultado de cuidadosos estudios, de análisis, de constataciones de los impactos que genera la explotación minera observados en los intercambios a poblaciones afectadas por minería industrial y que fueron llevadas a cabo por las comunidades de la zona.
Demandamos que se respete la voluntad comunitaria, que cese la persecución, la criminalización con acusaciones de terrorismo y sabotaje a los miembros de las comunidades que lideran el desacuerdo con la intervención minera, como es el caso de Xavier Ramirez Presidente de la comunidad de Junín que actualmente se encuentra detenido por denuncia de la minera estatal Enami E.P.