Jueves 22 de Marzo, 2007
Por Pav Jordan CAIMANES, Chile (Reuters) –
La expansión de una las mayores minas de cobre de Chile ha provocado una disputa que tiene todo el drama de una película de Hollywood, debido a que pequeños agricultores se enfrentan a una empresa grande por el temor a que su agua sea envenenada.
Antofagasta está construyendo un tranque de relave, que le permitirá procesar más roca que contiene cobre, cerca a la pequeña ciudad de Caimanes, a unos 60 kilómetros de Pelambres, una de las más grandes minas del país. El tranque de El Mauro, ubicado en lo alto de un árido valle, ha polarizado a la remota comunidad, donde cada lado se acusa mutuamente de sobornos y exceso de ambición.
Los agricultores dijeron que las obras del tranque están afectando los suministros de agua existentes y podrían incluso ser envenenadas con los residuos de la roca tratada para extraer cobre y filtrada en estanques de agua.
Otros, que se han beneficiado con nuevos trabajos e inversiones, acusan a los agricultores de obstaculizar el desarrollo de la localidad. La disputa ha vuelto a impulsar el debate nacional sobre cómo atraer inversiones al sector minero, uno de los motores de la economía chilena, y al mismo tiempo proteger los recursos naturales como el agua.
"El agua está llegando a ser escasa, especialmente en el norte de Chile, y costos y viabilidad son temas en crecimiento para el desarrollo de proyectos mineros," dijo David Maarse. un experto en temas relacionados al agua de Golder Associates, grupo que provee servicios de ingeniería y medio ambiente. "Lo fundamental es que hay un incremento en la vigilancia del medio ambiente ante una menor disponibilidad de agua en general," agregó.
DERECHOS DE AGUA
La construcción del tranque fue aprobado originalmente en el 2004, pero su futuro está en duda pues un grupo de agricultores impugnó ante la justicia algunos de los derechos de agua que Antofagasta necesitaba para que su proyecto siguiera adelante.
Ese caso está ahora en la Corte Suprema y se espera que haya un veredicto este año, aunque podría tomar más tiempo. Antofagasta dice que adquirió los derechos de agua en el área cuando compró las tierras donde está El Mauro, y argumenta que su proyecto suministrará más agua al valle que antes.
Pero los agricultores dicen que cualquier agua proveniente de El Mauro estará contaminada por residuos tóxicos.
"Lo que está sucediendo en Chile es un caso lamentable, cuando derechos de propiedad chocan con grandes empresas y el estado favorece a las grandes empresas," dijo Fernando Dougnac, abogado ambientalista que está impulsando un juicio contra el tranque. "Este no es un problema de interpretación, es un hecho que esas tierras no tienen derechos de agua," agregó. Víctor Ugarte, agricultor y ganadero de 70 años que tiene un gran terreno en el valle, asegura que el tranque está haciendo desaparecer pozos de agua natural y que algunos de sus animales han muerto después de beber el agua que proviene del tranque en construcción.
"Cuando no llueve la única agua que tenemos es el agua de nuestras vertientes," dijo Ugarte, cuyo grupo tiene unas siete querellas contra el tranque de El Mauro. Antofagasta dijo que el agua que llega al valle proviene de la caída de lluvias.
TODO ES DINERO
El debate refleja lo que sucede en el país, con la Sociedad Nacional de Minería advirtiendo que atacar proyectos podría menoscabar la confianza de los inversionistas en Chile.
Muchos residentes en Caimanes y algunos políticos locales apoyan la mina, y algunos dicen que campesinos como Ugarte sólo quieren que se les pague una gran cantidad de dinero.
En tanto, opositores de El Mauro murmuran que Antofagasta está pagando a personas en Caimanes, la mayoría empleados mineros, para obtener su apoyo.
El caso de El Mauro es uno de muchos que ha despertado conciencia ambientalista recientemente, tanto dentro como fuera de Chile.
La canadiense Barrick Gold, el mayor productor mundial de oro, tuvo que enfrentar años de disputa con ambientalistas para poder conseguir la aprobación de su proyecto Pascua Lama, en la frontera entre Chile y Argentina.
La mayor mina de oro de Sudamérica, Yanacocha en Perú, que es controlada por la estadounidense Newmont Mining Corp y la peruana Buenaventura, no ha podido desarrollar nuevos proyectos por protestas de locales ante el impacto que tendrían sus actividades en la calidad del agua.
Antofagasta está abriendo puestos de trabajo en Caimanes, que por años vio partir a sus hijos e hijas a las grandes ciudades. "Yo me fui de Caimanes cuando tenía 15 años para buscar trabajo, pero ahora, gracias a El Mauro, estoy trabajando de electricista aquí y lo estoy haciendo bien," dijo Alejandro Escobar, de 28 años.
La mayoría de habitantes en Caimanes no puede afirmar si El Mauro ha afectado el suministro de agua para los agricultores o la ciudad, pero muchos han cuestionado los motivos de los propietarios para protestar. "¡Ja! Ellos dicen que son agricultores, pero mienten. No hay agricultura fuera de aquí," dijo burlándose Natalia Tapia, una mujer divorciada de 28 años, cuyo trabajo con la mina le permite mantener a sus dos hijos.
Tapia aumentó su salario al menos en cinco veces desde que trabaja para la mina. "Ahora tengo seguro de vida, seguro de salud y después de cinco años tendré 21 días de vacaciones al año," dijo.
Una tarde se pudo ver en el camino que une Caimanes con la costa chilena mensajes en letras rojas contra el tranque, pero al día siguiente fueron reemplazados por otros a favor.