EN DOS AÑOS EL COBRE CAYÓ UN 35%, EL HIERRO UN 40% Y EL ORO UN 36%
El superciclo de los commodities está muerto. Si alguien todavía tenía dudas sobre el fin la era de los precios siempre en alza (impulsados por el rápido crecimiento de China), ya no las tiene tras los acontecimientos de la última semana.
La recuperación del dólar tras los indicios de la Reserva Federal sobre la reducción de su programa de estímulo, junto con los temores a una restricción de liquidez en China, provocaron una ola de temores en toda la industria de las materias primas.
La pregunta es qué deberían hacer los inversores frente a esto. La respuesta podría ser menos obvia de lo que parece. La mayoría de las cotizaciones de los commodities ya cayeron abruptamente. Desde sus respectivos picos de 2011, el cobre está 35% abajo, el mineral de hierro retrocedió 40% y el oro descendió 36%.
La gente en general está posicionada para que se desacelere la demanda de materiales, aseguró Kamal Naqvi, director de ventas de commodities en el Credit Suisse. Pero estamos llegando al fin de esta particular situación.
Las acciones de productores de materias primas reciben una presión aún mayor. Los papeles de Anglo American perdieron 64% desde su pico de 2011; Vale está 45% abajo; y Kazakhmys cayó 85%.
¿Qué deben hacer los pesimistas en cuanto al futuro de los commodities? Algunos operadores y administradores de hedge funds están ahora buscando oportunidades más complejas para aprovechar el fin del superciclo de materias primas.
Scott Hobard, administrador de carteras de HFZ Capital Management, explicó que algunos sectores y economías que aprovecharon el auge de los commodities ya escaparon de las precipitosas caídas que registraron los precios de los metales y de las acciones de las mineras.
De todos modos, el fin del superciclo probablemente afecte a algunas industrias mucho más severamente que a la minería. A medida que disminuyen las ganancias de las mineras, es probable que sus inversiones en las nuevas minas también se reduzcan; de hecho, gran parte de la retórica de los ejecutivos del año pasado se centró en el recorte del gasto de capital.
Esa es mala noticia para las compañías que brindan servicios o productos a la industria minera: desde fabricantes de palas y taladros hasta proveedores de inmuebles para viviendas temporarias de empleados.
Las mineras fueron las primeras en sentir el cambio del ciclo, pero para nosotros ésta es sólo la primera ronda de impactos, comentó Hobart. Las ramificaciones hacia otros sectores y economías son crueles.
De hecho, el sector de servicios mineros acaba de tener su primera víctima significativa: Allmine Group, grupo que cotiza en Sydney, que brinda componentes y trabajadores especialistas a las mineras, se declaró en cesación de pagos el viernes. Sus acciones habían caído 75% desde principios de año.
Pero Hobart cree que hay otras empresas de servicios mineros que todavía están sobrevaluadas. La menor inversión por parte de la mineras las golpea de dos maneras: se les reducen las ventas, pero también las obliga a recortar los precios de sus equipos y servicios.
Hemos visto dos aspectos de la caída de las compañías de servicios: registran menores volúmenes de ventas y debieron bajar sus precios. La tensión por gran competencia en el mercado, señaló Heath Jansen, director de investigación sobre metales y minería en Citigroup.