Mineras canadienses exploran y explotan terrenos y minas en México.
Hasta 95% de las ganancias de esos proyectos sale del país. Pobladores de esas zonas denuncian impactos negativos a la salud, al ambiente y al tejido social.
Ciudad de México, 26 de junio.– Excellon Resources decía que sí. Era 18 de abril de 2013. Era la segunda audiencia entre los representantes de la empresa minera y los ejidatarios de La Sierrita, en Durango, y la compañía de origen canadiense aceptaba devolver mil 090 hectáreas arrendadas desde 2004. La comunidad del ejido La Sierrita pelea desde septiembre pasado en tribunales con la minera Excellon de México, filial de la canadiense, a la que demandó por incumplimiento del contrato establecido para el arrendamiento de 1100 hectáreas.
La minera ha explorado fuera de los territorios establecidos y se ha negado a cumplir con cláusulas como la implementación de una planta tratadora de agua y la concesión de los servicios del comedor a los ejidatarios. El anuncio del fin del conflicto a favor de la comunidad se difundió en la prensa. Se habló de un caso histórico. Ejemplo para otros.
Pero Excellon no cumplió. A la siguiente audiencia, la del 9 de mayo de 2013, la empresa no sólo no llegó con un documento de entrega de las tierras, sino que confirmó su intención de comprar 10 hectáreas, aunque tampoco presentó una oferta formal. Los ejidatarios interpretaron la acción como una más para desgastarlos. Otra burla a ellos, a la ley.
En el lado opuesto del país, en el sur, en Oaxaca, otra comunidad está también en lucha contra una empresa canadiense, en este caso es Fortuna Silver Mines. Parte de los pobladores de San José del Progreso acusan a su filial en México de estar provocando un conflicto social en la comunidad, entre quienes se oponen a la mina y quienes están a favor. Asesinatos y ataques con armas de fuego se imputan a la acción de la compañía en la región.
Cerca de ahí, en Guerrero, la mina Los Filos, de la empresa canadiense Goldcorp, detona diariamente, en el ejido de Carrizalillo, más de 70 mil toneladas métricas de tierra y utiliza cianuro para extraer oro. Activistas han levantado censos que revelan desde enfermedades respiratorias y en la piel, hasta abortos y bebés con malformaciones. La responsable de la clínica en la comunidad asegura que antes de la llegada de la mina se registraban sólo enfermedades comunes.
Tres casos que son sólo una muestra. De acuerdo a información del Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina, en México hay 25 conflictos socio-ambientales con mineras, de éstas, 15 son empresas canadienses. Los motivos son: contaminación del medio ambiente, falta de consentimientos de las comunidades para el proyecto, problemas de salud, enfrentamientos sociales, entre otros.