Ex vicepresidente Corporativo de Codelco Norte advierte que la estatal enfrentará hacia adelante precios más bajos, mayores costos y menores márgenes.
Sergio Jarpa lleva cuatro décadas ligado al negocio minero, primero en empresas como Barrick, Chevron Minera y Phelps Dodge, y luego como vicepresidente ejecutivo de Codelco Norte, donde permaneció hasta 2010. En su primera entrevista tras dejar la compañía, el actual gerente técnico de Marubeni LP Holding plantea su visión sobre el sector y sobre la marcha de la mayor productora de cobre del mundo, que en 2012 enfrentó una caída de 5% en su producción y un alza superior al 30% en sus costos. “Se ha perdido el expertise minero”, dice sobre la cuprera estatal.
En cuanto al mercado, estima que el denominado “súper ciclo” de cobre se extenderá solo por dos o tres años más y cree que los precios por sobre los $ 4 la libra no fueron otra cosa que una “anomalía” en la historia del precio del cobre.
¿La minería chilena está en crisis por los bajos precios y altos costos?
Decir que la minería está complicada es generalizar. Hay algunos proyectos que están complicados, pero la minería en general y la del cobre, en particular, aún gozan de buena salud. Todavía se generan márgenes atractivos. Estamos hablando de un precio del cobre de US$ 3,3 la libra, mientras el nivel medio de costos de la industria está bajo los US$ 2. Hay pocas industrias en el mundo que tengan ese margen.
Entonces, ¿por qué se está repensando la cartera de inversiones?
Se ha hablado de US$ 100 mil millones. Comparto las declaraciones de otros personajes del sector que dicen que el respaldo de esas estimaciones era incompleto, porque consideraba proyectos en distintas etapas de desarrollo. Algunos se podrán concretar, otros aún están en etapa de perfil, por lo tanto, están bastante alejados de su concreción.
¿Fue irresponsable entregar esas cifras?
Se dieron con la información que se tenía y se interpretaron. Coincido en que US$ 100 mil millones fue una cifra muy optimista y me alineo con aquellos que opinan que al menos, en el mejor de los casos, un 50% de esa cartera se hará realidad en un período más largo que el inicialmente indicado.
¿Cuánta preocupación existe por el tema energético?
Lo que se escucha es que hay buenas ideas: la carretera eléctrica y la interconexión. Pero no se perciben acciones concretas. Hay que llegar a un tipo de consenso político y social, porque el país no puede darse el lujo de quedarse sin minería. Las acciones no han estado, al punto que la minería ya no está creyendo y está impulsando sus propias soluciones.
¿Qué pasa con el precio? ¿Se está acabando el “súper ciclo”?
Precios del orden de US$ 3 se podrían mantener por dos a tres años más. Esto, basado en los fundamentos de la oferta y la demanda. Los analistas estiman que en 2015 podría haber un superávit de cobre, ya que entrarán en producción proyectos que aportarán más cobre, y que la posible demanda de China puede estabilizarse. Eso puede llevar a los precios bajo los US$ 3.
Preocupación por Codelco
Con este escenario ¿cómo ve el futuro de Codelco?
Será peor que el actual. Habrá menores precios, mayores costos y menores márgenes. Una proyección razonable es que los excedentes de Codelco, en el próximo período presidencial, bajarán significativamente. Eso significa menores recursos para todos los planes sociales y mayores dificultades en el financiamiento de proyectos.
¿Qué explica las cifras de 2012?
Es difícil que cuando se cambia la máxima autoridad de una empresa empiece a operar todo bien de inmediato. Hay una natural detención de las decisiones, la gente se pone cautelosa. Además, los resultados de las decisiones de la nueva administración hoy se verán en dos años más. Pero los números que vienen son preocupantes.
¿Se podía anticipar el mal desempeño de Chuquicamata en 2012?
Lo que habría ocurrido para justificar los resultados negativos de Chuquicamata son decisiones que tomó la empresa, no son obras de la naturaleza. La ley es, en gran medida, manejable y una buena planificación minera se preocupa de eso. Los hechos son claros: la producción de Chuquicamata bajó 20% de un año para otro y los costos subieron en más de 40%. El resultado fueron excedentes operacionales negativos en 2012.
¿Qué otros elementos fallaron?
Se deterioraron los tres factores básicos por las cuales se definen los niveles de producción: ley del mineral -16,3% menor al año anterior-; recuperación metalúrgica de la concentradora -en Chuqui fue de 85% y no de 90%, lo que implica un 5% de menor producción de manera inmediata-, y paralizaciones en la operación. A esto se suman los pagos de los bonos por la negociación colectiva, con el fin de obtener acuerdos para viabilizar los proyectos subterráneos. Pero la negociación dura cuatro años y Chuqui Subterránea operará a plena capacidad en siete u ocho años más. ¿Para qué necesitan ahora reducir gente si el proyecto empieza en ocho años?
¿En qué cuartil de costos está hoy Codelco?
Con sus actuales costos, sobre US$ 2,60 la libra, está casi llegando al cuarto cuartil. Esto significa tener la producción con los mayores costos. Si el precio bajara a US$ 2,50, como se estima a partir de 2015, quienes tienen un costo superior a esa cifra deberían dejar de producir. Si no, el Estado estaría subsidiándolas.
El presidente ejecutivo de Codelco dijo que en los primeros tres meses de 2013 se detuvo la escalada de costos. ¿Se puede ver un efecto tan inmediato del plan de contención de costos?
Comparar el primer trimestre de 2013 con el último de 2012 puede inducir a confusión. El plan de control de costos enunciado traspasa dos de los tres focos a la gestión de los trabajadores, pero omite dos aspectos importantes de responsabilidad exclusiva de Codelco: optimización de las variables geo-minero-metalúrgicas (leyes, recuperación metalúrgica, tonelaje procesado), control de costos y mejoras de la productividad del personal propio. Estos últimos objetivos están dados por el plan de egreso y por la última negociación colectiva de Chuquicamata.
¿Codelco llegará a más de dos millones de toneladas en la próxima década?
No veo cómo lo va a lograr. La gran apuesta es Andina, que agregará nueva producción, pero el camino que tiene que recorrer es bastante largo.