“Además de Aratirí hay entre tres y cuatro empresas realizando trabajos de exploración” para actividades de minería de porte, confirmó el ministro de Industria, Energía y Minería. Roberto Kreimerman señaló también que otra empresa más realiza estudios de factibilidad también para extraer mineral de hierro.
El Secretario de Estado aseguró que el Estado uruguayo ganará hasta el 50% de los beneficios que se obtengan, en tanto se analizan formas de “valor agregado para industrializar”, así como los planes en el futuro más lejano para el cierre de las minas dentro de un contexto ecológico.
Para el ministro Kreimerman la normativa para la minería de gran porte estará aprobada antes de que promedie 2013, previendo un fondo soberano que administrará las ganancias a nivel de las próximas generaciones, así como la inclusión de artículos legales que den un “fuerte eje a la sustentabilidad ambiental”.
Para Kreimerman, entre 2015 y 2016 el país alcanzará la “soberanía energética para poder plantear una mayor industrialización”, según declaraciones que publica el diario La República.
La “mala prensa”, los mitos, y los ejemplos adoptados
Kreimerman reconoció que la actividad de la minería de gran porte “ha tenido y tiene mala prensa”, no obstante lo cual el Gobierno está empeñado en dar por finalizados “muchos mitos en torno a la minería que ocupan lugares centrales en la discusión”.
Apuntó en tal sentido que “se trata sin lugar a dudas de una fuente de riqueza importantísima que, en años pasados y en otros continentes, de alguna forma ha contribuido a generar ese clima contrario, y resta ver el caso africano para ello. Pero pienso que aquí hemos hecho un debate abierto, plural, con información y datos, luego del que pueden llegar a quedar algunas organizaciones con posturas contrarias, pero creemos que se trata de visiones diferentes en torno al tema”.
Explicó en tal sentido que Uruguay ha tomado como modelo uno de los más reconocidos en el mundo desde el punto de vista financiero, como es el noruego en referencia a sus explotaciones petroleras. El sistema “resguarda las ganancias que le quedan al Estado con una clara mirada de largo plazo y se alimenta de impuestos a la actividad que son del 78%. Nosotros apostamos a crear un fondo similar, con una carga impositiva que con los valores actuales de algunos minerales está en alrededor del 50%, y que puede llegar al 60% si suben los precios internacionales”.
Añadió también otros dos países mineros de dónde Uruguay tomará ejemplo.
“Australia, en base a lo que es la seguridad laboral, el trabajo en las minas, que es un tema importante, y también a través de la capacitación de profesionales, que es un eje en el que hemos avanzado. Canadá, un ejemplo de cómo se ha manejado el tema de la responsabilidad social empresaria, que es quizás la arista menos conocida de la actividad aquí en Uruguay, y que debe centrarse no solo en obras de donación o caridad, sino que es importante avanzar en lo que se denomina el “lay out”: qué queda una vez que se va la empresa minera, qué dejan en el lugar, qué impacto o no han dejado, cómo volver a incorporar a la mina ya explotada al entorno”, agregó.