Miércoles 22 de Abril del 2009
Este día el Ministerio de Minas y Petróleo anunció suspensión de “varias concesiones mineras y plantas de beneficio en la zona de San Gerardo, provincia del Azuay, debido a que contaminaban los afluentes de los Ríos Gala, Tenguel y Siete . El Ministerio de Minas y Petróleo además ratificó la suspensión indefinida de la planta de Beneficio Paz Borja”Este hecho constituye un logro para El Comité Por Defensa de nuestros Ríos Gala, Chico, Tenguel y Siete que como afectados directos de la contaminación minera han luchado de manera permanente para que las fuentes de contaminación cesen, al rededor de esta demanda se han organizado, denunciado, movilizado para que informes como el que se realizó gracias a la intervención de la Alcaldía de Guayaquíl evidencien que ellos, sus hijos, así como las aguas y cultivos han sido víctimas de la minería de oro que ha ido progresivamente exterminando sus formas tradicionales de vida.
El Comité Pro Defensa conformado por todos los recintos de la Parroquia Tenguel ha mantenido una lucha sostenida que comenzó hace años atrás por el cese de la contaminación y que les ha ha traído como consecuencia: la descalificación de sus acciones, amenazas a sus vidas por parte del sicariato controlado por los intereses mineros.
Algunos casos de estos lograron reconocimiento públicos como el de Esther Landetta, a quien esta lucha le ha significado poner en riesgo su vida, el desarraigo de su hogar con la salida de la zona, la separación de su familia…
A pesar de que las acciones de suspensión decididas por el Ministerio de Minas y Petróleo son tardías, las asumen también como el comienzo para que la contaminación minera de la zona de Tenguel, Río Chico, Gala y Siete que siempre ha estado acompañada de violencia, termine y los responsables asuman la reparación de las áreas impactadas así como el resarcimiento de las familias afectadas.
Los sectores organizados demandan que en un proceso de coordinación conjunta los ministerios de Minas y Petróleo, Agricultura, Salud, Ambiente, Justicia, Secretaria Nacional del Agua, Fiscalía Ambiental, Gobierno, Defensoría del Pueblo, entre otras instituciones asuman la responsabilidad de poner fin a la impunidad ambiental reinante en esta zona minera.
Así también reclaman que la violencia expresada a través del sicariato vinculado a intereses mineros desaparezca de manera definitiva.
Los habitantes de los Ríos Siete Tenguel, Chico y Gala abogan por ser testigos activos de la reparación de esta histórica zona que reivindica ser la cuna del cacao, banano en la que también se ha dado importantes luchas por el derecho del acceso a la tierra.
Es hora de pensar y actuar a favor de los campesinos, custodios de la permanente reproducción de la vida con sus formas de producción tradicional.
Atentamente
Esther LandettaCI: 0702997990