Pese a la supervisión realizada a más de 200 pozos y minas de carbón de la Región Carbonífera de Coahuila, no se ha determinado el número de menores que están laborando, tanto en su extracción como afuera de ellos.
La titular de la Secretaría de Trabajo estatal, Felicitas Margarita Molina Duque, indicó que los menores de edad en su mayoría son de 16 años, y que laboran en el exterior de los pozos, pero ha sido difícil detectarlos por parte de los inspectores, ya que al momento de haber una inspección desaparecen de los pozos.
‘El gran problema es que cuando se sospecha o que se da la noticia de que hay inspecciones, dejan abandonados muchos pocitos, pues entonces, tenemos que manejarnos con mucha discreción, porque si no abandonan los centros de trabajo’, señaló.
Apuntó que mantienen un operativo de manera coordinada con la federación para detectar dichas irregularidades, además de poder abatir la inseguridad laboral que viven los mineros; al igual que buscar implementar otras áreas de trabajo para disminuir el desempleo en esta zona del estado.
Recalcó que existen alrededor de 10 mil personas que laboran en dicha área y que existe el empleo informal y no hay un censo de cuantos están fuera de los registros del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
‘Los trabajadores de los pocitos, la mayor parte son trabajadores que no están afiliados, de hecho no hay un censo de trabajadores, se censan cuándo están registrados; pero no están registrados, entonces hay un gran número de trabajadores que están en la informalidad’, puntualizó.
Indicó que existe un proyecto por parte del gobierno estatal para cambiar el rostro de dicha región, así como instalar otro tipo de empresas que fabriquen equipos electromédicos, electrónicos, industria aeroespacial y poder generar de ocho mil a 10 mil empleos, a pesar que sea una zona difícil.
‘Hay una indicación muy clara del secretario del Trabajo a nivel federal, por indicación del presidente de la República, de ir reduciendo a su mínima expresión (la operación de los pozos) y a reconvertir estas fuentes de trabajo en otro tipo de explotación, que sea más segura, que tenga las posibilidades de tener condiciones mejores’, dijo.