La Coordinación y Convergencia Nacional Maya denunció el arresto de cuatro ciudadanos de la comunidad La Puya, San José del Golfo, del central departamento de Guatemala, donde la población manifiesta su rechazo a un proyecto minero.
Milton Carrera, Francisco Oliva, Tomás Aquino, Israel Oliva son los nombres de los detenidos durante este desalojo violento por fuerzas antimotines, señala un comunicado de esa agrupación -que aglutina a organizaciones mayas y campesinas guatemaltecas- al cual tuvo acceso Prensa Latina hoy.
El Centro de Medios Independientes (CMI) publica en su sitio web, 38 fotografías que dan cuenta de la presencia de agentes de las Policía Nacional Civil (PNC) en la Puya, donde sus pobladores protestan por un proyecto minero -no consultado previamente con los vecinos del lugar- a cargo de la empresa estadounidense Kappes, Cassiday & Assocites, radicada en Reno, del occidental estado de Nevada.
El CMI fustiga que el gobierno del presidente Otto Pérez Molina ha intentado ejercer la violencia de Estado al desalojar ilegalmente, sin ninguna orden cursada por juez competente, contra la resistencia pacífica y ejemplar de los habitantes de los municipios de San José del Golfo.
Durante el enfrentamiento de la víspera, la PNC tiró bombas de gas pimienta, con lo cual tres personas resultaron afectadas: Elba Santos, de 10 años, Siara Oliva, de cuatro y Enma Véliz, 38, informa este sábado el diario local Prensa Libre en su edición digital.
Por su parte, el ministro de Gobernación (Interior) ha advertido que no permitirá más protestas contra mineras, y según dijo, el referido desalojo se hizo bajo los parámetros de los protocolos de intervención de la PNC.
«El gobierno tiene que asumir una responsabilidad, y esa es que hay un ordenamiento jurídico plasmado en una ley de minería; que establece los pasos, pues administraciones anteriores han promovido la inversión extranjera», justificó López, citado en una nota publicada en el sitio digital de la cartera que representa.
Para este lunes está previsto el reinicio del diálogo entre los pobladores y la minera, y la liberación de los capturados.