10/08/2008
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Miércoles, 10 de Septiembre de 2008
Recientemente el Ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Carlos Guerrero, planteó que El Salvador debe “mirarse en el espejo de los países vecinos” para constatar que la minería puede ser una actividad muy dañina, antes de decidir sobre los permisos de explotación que solicita desde hace tres años Pacific Rim.
“Los países vecinos tienen serios problemas en el manejo de la industria minera y creo que esos son temas en los que debemos tener mucho cuidado y con mucha objetividad analizar toda la información que tenemos”, declaró al semanario virtual El Faro, cuando éste le consultó sobre las presiones de la empresa canadiense. La sugerencia del titular del MARN no puede ser más certera. Los países centroamericanos, sobre todo Honduras y Guatemala, que permitieron proyectos mineros enfrentan enormes problemas ecológicos, sociales e institucionales resultantes de la contaminación ambiental, la conflictividad y la corrupción de la minería metálica.
En Honduras es mundialmente conocido el dramático caso del Valle de Siria, donde la empresa Minerales Entremares acabó con 19 de los 23 ríos que habían en esta otrora región agrícola y ganadera, tal como constata Oxfam América en su publicación fotográfica “La Minería de Metales en Centroamérica: Dolor y Resistencia”.
Mientras en Guatemala, además de los daños ecológicos, sociales y económicos, es particularmente destacable la conducta criminal de las empresas mineras que, según organismos de derechos humanos y ambientalistas, han pasado de las presiones y chantajes, a los ataques contra funcionarios estatales y líderes ecologistas.
Hace unas semanas señalamos los atentados contra Luis Ferraté Felice, Ministro de Medioambiente de dicho país vecino, por su intención de aplicar mayores controles ambientales a las empresas extractivas.
Hoy nos referimos al intento de asesinato contra Yuri Melini, director del Centro de Acción Legal-Ambiental y Social (CALAS).
Melini es un destacado militante ecologista que ha impulsado, desde la organización que dirige, demandas contra empresas que destruyen el medio ambiente, principalmente compañías mineras. La última de éstas fue la acción legal que culminó con la declaración de inconstitucionalidad de siete artículos de la nociva ley de minería.
En su sentencia, la Corte de Constitucionalidad de Guatemala admitió los argumentos del CALAS sobre “la primacía del derecho colectivo a un medio ambiente sano” y ordenó varias correcciones legales e institucionales que afectan intereses de empresas mineras como Montana Exploradora, propietaria de la mina Marlin, en San Marcos.
El director del CALAS fue gravemente herido por cuatro disparos –dos en las piernas y dos en el estómago- a las 7:30 de la mañana del pasado 4 de septiembre, cuando salía de su casa, informaron los medios locales. “Estoy indignado”, exclamó el Ministro Ferraté Felice, uno de los primeros en llegar al hospital donde fue ingresado Melini.
El Parlamento Ambiental –que ese mismo día se reuniría con Melini para hablar sobre problemas ecológicos- manifestó su preocupación por las agresiones contra la integridad física de Melini y otros ambientalistas.
Según el Diario La Hora, se registran al menos 50 casos no resueltos de atentados contra ecologistas guatemaltecos.
En El Salvador, a pesar de que ningún proyecto minero ha sido aprobado, Pacific Rim presiona al gobierno salvadoreño –ahora desde el exterior- y lanza insultos y ataques verbales contra la jerarquía de la Iglesia Católica, agencias de cooperación para el desarrollo y contra las comunidades que resisten a la nociva explotación minera.
Es hora de “mirarnos en el espejo de Guatemala” y rechazar definitivamente la minería de metales, para evitar que –una vez establecidas las empresas mineras- cometan atentados como los perpetrados contra el Ministro Ferraté Felice, el ecologista Melini y contra otros cincuenta líderes comunitarios que defienden el medio ambiente y la Vida.
Equipo de Comunicaciones de la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica