El comercio 20/08/2008
JUNÍN.
Quince metales tóxicos emanan de la planta industrial de La Oroya
Los altos niveles de plomo y azufre causan graves daños en la salud.
El dióxido de azufre también contamina el suelo y reservas de agua
El complejo metalúrgico de La Oroya, en la provincia de Yauli, de Junín, produce diariamente 1.070 metros cúbicos de humos tóxicos que contienen quince metales dañinos para la salud, entre ellos el dióxido de azufre, un gas altamente contaminante, afirmó ayer el secretario ejecutivo de la Mesa de Diálogo Ambiental de Junín, Washington Mori Andrade.
La emanación de este gas ha alarmado a la población en los últimos días hasta el punto de verse obligada a utilizar pañuelos para cubrirse el rostro y poder respirar.
Mori dijo que las emanaciones de humo contienen plomo, cadmio, zinc, arsénico, molibdeno, mercurio, bario, berilio, cesio, cobalto, platino, antimonio, talio, tungsteno y uranio. La presencia de estos metales fue comprobada por la Universidad Saint Louis de Missouri mediante estudios que realizó en convenio con el Arzobispado de Huancayo.
Estos tenían como finalidad determinar los niveles de metales tóxicos en sangre y orina de la población de La Oroya.
El ingeniero Kaimer Dolmos, responsable del área de comunicaciones de la empresa Doe Run Perú, manifestó que las concentraciones de gas se presentaron en La Oroya debido al frío y la ausencia de vientos, pero "el problema es tan solo por momentos".
Cuando esto sucede, dijo, se produce la paralización de las operaciones en la planta metalúrgica, dentro de un plan especial para amenguar las emanaciones del dióxido de azufre.
"Lo que sucede es que se trata de escandalizar el problema", anotó.
Anunció que en setiembre próximo se inaugurará la primera planta de tratamiento de ácido sulfúrico del circuito de plomo, que demandó una inversión de 29 millones de dólares.
"Con estas instalaciones de tecnología de punta disminuirán hasta en un 60% las emisiones de dióxido de azufre y se obtendrá un ambiente más limpio", agregó.
LAS CONSECUENCIAS
Washington Mori dijo que el dióxido de azufre, que preocupa en estos días, puede causar opacamiento de la córnea (queratitis) , dificultad para respirar, inflamación de las vías respiratorias, irritación ocular por formación de ácido sulfuroso sobre las mucosas húmedas, alteraciones psíquicas, edema pulmonar, paro cardíaco y colapso circulatorio.
El dióxido de azufre también se ha asociado a problemas de asma y bronquitis crónica y aumenta la mortalidad en las personas, explicó.
Además el gas no solo causa graves daños a los pobladores, sino que contamina el agua y suelo.
Según otros especialistas, el dióxido de azufre permanece en la atmósfera hasta cinco días, es causante de la lluvia ácida y, dependiendo del viento, puede recorrer grandes distancias. Un ejemplo son los daños que el humo de La Oroya causó en unos 250 mil hectáreas de pastos naturales que desaparecieron y los cultivos que sufren graves daños.
"Ante el aumento de las emanaciones del gas que obligaron a declarar el estado de emergencia, las autoridades no deben actuar con indiferencia y deben adoptar medidas urgentes para proteger a la población", agregó.
Washington Mori reiteró que según los controles efectuados por la Digesa las emanaciones de gases contaminantes no han disminuido y, al contrario, van en aumento por lo que se requiere una adecuada vigilancia y fiscalización.
CLAVES
Detalles de la contaminación
1. Según informa la Comisión Episcopal de Acción Social, los metales pesados como plomo, arsénico y cadmio pueden generar cáncer de riñón, hígado, vejiga, vesícula, próstata e incluso pulmones.
2. Entre los meses de mayo y setiembre, la contaminación del aire alcanza niveles altos, como resultado de la suma de las emisiones del complejo metalúrgico y un clima desfavorable debido a la ausencia de vientos y la inversión térmica que impiden la dispersión de los gases nocivos.
3. Para el estudio de la universidad estadounidense se tomaron muestras de aire que fueron recogidas en las provincias de Jauja y Concepción, el lago Chinchaycocha (Junín) y Huancayo, a fin de identificar la incidencia de la contaminación en estas zonas.
DEL CONSULTOR
¿Regulando al macroemisor? *
Las medidas más eficaces contra la contaminación son las preventivas. Sin embargo, en el Perú tenemos zonas prioritarias para la aplicación de estados de alerta por los efectos causados por la contaminación del aire en grupos sensibles y población en general. En el 2003 se determinó que estas eran Chimbote, Ilo, La Oroya, Lima y Arequipa.
En cada zona debe aplicarse un plan de contingencia con medidas concretas, como protección de la niñez, restricciones vehiculares o cortes de producción. El primer plan de contingencia aprobado en el Perú fue para La Oroya.
Su aplicación vuelve a destacar el mal desempeño ambiental del macroemisor. La información difundida permitirá que la población de La Oroya y del país, en general, sea más sensible y activa en la lucha contra la contaminación.
Pero también motiva que el nuevo Ministerio del Ambiente establezca medidas adicionales a la minera, de carácter preventivo y de estricto control.
La aplicación de estas medidas adicionales pondrá a prueba el nivel de responsabilidad social de Doe Run y la capacidad de la nueva regulación ambiental.
* Mariano Castro. Abogado Sociedad Peruana de Derecho Ambiental