8ª Caminata Ecológica
EN EL DÍA MUNDIAL DEL MEDIO AMBIENTE,
EL SALVADOR 2008
Nosotros, salvadoreños y salvadoreñas miembros de la sociedad civil, de las comunidades religiosas y de las Iglesias seguidoras de Jesucristo, comprometidas con la DEFENSA DEL MEDIOAMBIENTE Y DE LA VIDA HUMANA, hemos tomado la decisión de peregrinar una vez más por las calles de San Salvador, para manifestar nuestra profunda preocupación por el acelerado deterioro que sufre nuestro ecosistema y para denunciar las graves amenazas que esto representa para la vida de todo el país. En este sentido, denunciamos lo siguiente: 1. La PRIVATIZACIÓN de cualquier forma de los RECURSOS HÍDRICOS y su manejo como mercancía, ya que esto constituye una violación al derecho humano al agua suficiente y de calidad.
2. La Potencial EXPLOTACIÓN MINERA METÁLICA, debido a la contaminación del agua, aire y suelo, causada con venenos como el cianuro, metales pesados como el plomo y drenaje ácido. Razón por la cual la Conferencia Episcopal de El Salvador (CEDES) advierte que esta industria pone “en peligro la vida del ser humano” y que, por tanto, no debe permitirse aún cuando pudiera generar algunos beneficios económicos.
3. La CONSTRUCIÓN de las REPRESAS EL CHAPARRAL y EL CIMARRÓN, así como la CARRETERA LONGITUDINAL DEL NORTE, porque atentan contra las cuencas hidrográficas del Lempa y demás ríos de la zona norte del país, sus ecosistemas y la calidad de vida de la población.
4. La DESTRUCCIÓN de la CORDILLERA EL BALSAMO y la FINCA EL ESPINO por proyectos urbanísticos, dado que son vitales reservas forestales, acuíferas y de biodiversidad. Además, son áreas de alta vulnerabilidad socio ambiental.
5. La comercialización y uso de productos transgénicos, como sustitutos de la semilla criolla, porque ponen en riesgo la seguridad y la soberanía alimentaria.
6. La contaminación ambiental provocada por los barriles de toxtafeno en San Miguel y de Baterías Record en el Sitio del Niño, San Juan Opico (La Libertad), ya que ponen en grave peligro la vida de la población.
7. La extracción de recursos pétreos de las cuencas de los ríos Paz, Jiboa, Lempa y Grande de San Miguel, porque al profundizar sus aguas y reducir su caudal afectan las actividades pesqueras, de riego y ganaderas de las comunidades cercanas.
8. El manejo inadecuado de los desechos sólidos y la construcción de “rellenos sanitarios” cerca de las comunidades y encima de los mantos acuíferos, como en Cutumay Camones, debido a los daños al medio ambiente y a la salud de la población.
9. La destrucción de manglares y bosques salados por grandes proyectos turísticos en todo el litoral, dado el impacto ambiental y el desplazamiento de miles de familias.
10. La construcción de plantas de carbón en La Unión, debido a sus efectos contaminantes.
Por tanto, hacemos un enérgico llamado a las siguientes instituciones:
I. AL ÓRGANO EJECUTIVO. Que elimine su política de privatizaciones, entrega de los recursos naturales y concesión de nuestro territorio a empresas transnacionales. Y al gran capital, que influye en las decisiones del gobierno, que piense más en el futuro del país y en la necesidad de preservar las posibilidades de vida.
II. LA ASAMBLEA LEGISLATIVA. Que se desprenda de sus intereses partidistas y se dediquen a legislar en beneficio de toda la población y de la protección del medio ambiente. En especial demandamos que rechacen la propuesta de nueva ley minera, elaborada por la empresa canadiense Pacific Rim.
III. A LA FISCALÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA Y A LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. Que actúen para una pronta y justicia ambiental, sobre todo en la creación de los Tribunales Ambientales.
IV. A LA PROCURADURÍA PARA LA DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS. Que denuncie las violaciones a los derechos de la población y del ecosistema,
V. A TODO EL PUEBLO SALVADOREÑO. Que nos organicemos para la defensa del medio ambiente y demandemos del Estado salvadoreño un compromiso serio con el manejo de los recursos naturales que todavía nos quedan.
San Salvador, 5 de junio de 2008.