DiarioCoLatino.com Miércoles, 19 de Diciembre de 2007
Los opositores a la exploración y explotación minera en El Salvador –que deberíamos ser todos y todas-, han llamado a una concentración y vigilia, en la Asamblea Legislativa, para mañana jueves, luego que se conociera que los diputados podrían aprobar la "Ley de Minería". En los últimos cinco años, más o menos, el tema ha entrado en la agenda pública, debido, principalmente, a que las comunidades se resisten a la explotación minera, entre otros razones, y fundamentalmente, al deterioro ambiental que aquella ocasiona.
Además, y hasta pena debería dar enumerarlo, porque las "regalías" que supone irían a parar a las arcas municipales y el estado, no superan las "cuentas de vidrio" que recibieron nuestros antepasados, emocionados por el resplandor de los espejitos. Por supuesto que, 500 años después, las cosas no son las mismas, de ahí que hasta la minería utiliza otras estrategias, como el concepto y propaganda de la "minería verde" y "el desarrollo de las comunidades".
El pueblo, conocedor de su historia, sabe que la nueva estrategia de promoción y penetración a favor de la minería metálica no diferencia a la de antaño, de ahí que de tajo han rechazado los "espejitos" de la Pacific Rim. Por supuesto, no todos tienen conciencia ecológica, ni mucho menos memoria histórica, de ahí que, hasta diputados, alcaldes y algunos funcionarios se han dejado deslumbrar por el brillo del material precioso, pese a que lo que ellos recibirán serán sólo las "cuentas de vidrio".
El tema, entre las comunidades es más serio y profundo. Incluso, puede terminar en violencia. Y es que, ante el fracaso de los argumentos y los ofrecimientos propio de la codicia, han buscado otros mecanismos, como la coacción. Lo anterior llevó a que uno de los Menjívar, hasta enfrentara al poder judicial, ante una acusación de la Fiscalía –entidad a favor de la explotación minera- que acusara penalmente a Fermán Menjívar, a 19 años de prisión, por evitar que una transnacional canadiense explorara sus terrenos y de otros terrenos, ricos en oro, ubicados en la Comunidad La Trinidad, de Sensuntepeque, Cabañas.
El tribunal respectivo decretó a favor de Menjívar. En un principio, el Presidente de la República había dicho tajantemente que no permitiría la explotación minera en el país, pasado el tiempo, ha asumido una postura ambivalente, la sospechas han salido en el ambiente. Creemos que los diputados, deben hacer eco no sólo de la historia y las realidades peligrosas que deja la minería metálica en el medio ambiente, sino al llamado firme que hiciera la Conferencia Episcopal Salvadoreña, quien rechazó la explotación Minera en El Salvador.
O sea, pues, los diputados deben obedecer el llamado de su pueblo y de su iglesia: