Martes 27 de Noviembre del 2007
EL CUENTO DE LA MINERIA
La violenta explosión ocurrida en la mina Liga de oro en la parroquia Azuaya de Ponce Enríquez, es un anuncio de los dramas que podrían ocurrir si entramos por el camino equivocado del desarrollo minero metálico de gran escala. La magnitud de la tragedia ocurrida con una empresa “pequeña” vislumbra lo que podría ocurrir con los accidentes de la minería a gran escala. No existe en el mundo explotación minera segura ni en pequeña, mediana o gran escala, la minería responsable es un cuento, más aún con la ley minera ecuatoriana hecha para:
No pagar impuestos, no rendir cuenta de sus acciones, sus inversiones a nadie, no ser regulada, sancionada, cometer ilegalidades, violar derechos de las poblaciones, utilizar grupos armados, criminalizar a las poblaciones, vulnerar sus luchas individualizándolos, vivir de la especulación de las concesiones, obtener fraudulentamente tierras y acceder a la riqueza mineral, explotar los bienes comunes no renovables, acceder a las principales fuentes de agua limpia…
Encima por ley tienen amparo minero! Para solucionar el problema no es suficiente crear mecanismos legales, regulaciones económicas o ambientales para las mineras que NO realizaron explotación de minerales de una “manera responsable”, es que, la mayoría de los desastres derivados de la explotación minera son totalmente irreversibles ambiental, cultural y socialmente, por tanto, ni todo el cobre y el oro que pretenden saquear serviría para pagar lo que es impagable, innegociable, LO QUE TIENE VALOR INCALCULABLE PERO NO PRECIO!!
Puesto que se trata sobre todo del exterminio de formas tradicionales de vida comunitaria, del exterminio del sustento de nuestras pueblos, de las relaciones territoriales, ambientales, culturales, políticas y de la vida. Necesitamos un país libre de minería!!
En zonas como las del actual desastre, tiene que detenerse la expansión de la pequeña minería que ya tiene impactos significativos en el Ecuador, tiene que haber políticas de estado dirigidas a otorgar alternativas para la reversión de esas zonas a la vocación que tradicionalmente han tenido, la agricultura.
Tiene que investigarse lo sucedido en la “pequeña” empresa minera SOMINUR o Liga de Oro que dificultó las labores de rescate de los heridos, que tiene una extensa cantidad de concesiones, gran parte de ellas ubicadas sobre el Bosque protector Mollopongo, y que ocupa alrededor de 400 trabajadores entre otras pequeñas cosas. Ni tan pequeña ni tan inocente!!
Demandamos de una investigación para establecer responsabilidades y de ser el caso sanciones, pues a nombre de la pequeña minería frecuentemente se camuflan concesionarios que lucran de la explotación del trabajo en condiciones laborales deplorables.
Gloria Chicaiza ACCION ECOLOGICA