Colombia

¡PELIGRO, ZONA MINERA!

Altamira, Octubre 19 de 2007

La mina que se derrumbó en el municipio de Suárez- Cauca sepultando a no menos de veinte afrodescendientes no se desplomó por irresponsabilidad de las y los mineros, nada de eso, se vino abajo porque de tiempo atrás y a punta de leyes los "mineros de bolígrafo" le han puesto dinamita a la minería artesanal en Colombia. Retomemos el filón:
Diversas cifras dan cuenta de que 88% de las violaciones a los derechos humanos ocurren en el 34% de los municipios minero-energéticos, además de que 87 de cada 100 desarraigados son de regiones mineras. Ayer no más, día 18, siete mineros fueron asesinados por armados en Basuru área rural de Itsmina, Chocó…..este pequeño y doloso listado de cifras pone de manifiesto que el inconveniente para explotar los minerales son las comunidades.

En vista de que no ha sido suficiente el actor armado para desplazarlas el hurto pasó al sutil plano legal, para lo cual es necesario sobornar y manipular legisladores. Como resultado vemos que hoy por hoy el terror de las balas calibre 38 está dando paso a un arsenal de leyes calibre 685 de 2001, que llevó al paredón a los mineros artesanales al ponerlos a jugar con las mismas reglas que las multinacionales.

A mansalva, ese es el espíritu del Código de Minas.
Si estas miles y miles de personas se exponen a un trabajo riesgoso es por hambre, en esa medida, ¿cómo pensar que pueden tecnificarse y desarrollar por su cuenta un proyecto minero de gran envergadura?.

Si ese es el ánimo de la ley es obligación del estado tecnificar y capacitar a las comunidades para que puedan explotar sus recursos.
Sobre el particular ayer hubo una reunión en Suárez en donde se dijo por parte del funcionario de Ingeominas que la región se declarará Zona Especial Minera, lo que olvidó decir es que esos contratos fueron asignados a la multinacional Kedhada.

Las comunidades rechazaron a ésta y cualquier otra transnacional.
Empero, ni al Gobierno ni a las multinacionales les conviene que la minería prospere bajo la dirección de las comunidades, tampoco es de su interés que cesen estas rutinarias tragedias.

Al contrario, con estas imágenes se llena de argumentos para decir que los minerales deben ser explotados por empresas y no por empíricos mineros. Lo que se derrumbó en Suárez fue más que una mina.

Allá se vino abajo todo un modelo de desarrollo que necesita sostener hordas de desahuciados para soportarse. Este problema no es solo de los mineros, sin excepción todos tenemos la cabeza metida en una mina y si por desgracia encuentran cualquier oropel bajo nuestra piel, a nuestro lado, sobre nuestro norte…..preparémonos para derrumbes y avalanchas.

Bajo tierra todo es oscuro.

CABILDO INDÍGENA CERRO TIJERAS