Sígsig – Cuenca – Gualaquiza ECUADOR
nero 2007
Ante un millar de delegados de pueblos ecuatorianos afectados por actividades mineras y representantes de varios países latinoamericanos, fue hecha pública la Declaración del Encuentro de los Pueblos por la Vida, al cierre de la tercera jornada de este cónclave popular, el pasado 26 de enero, en Cuenca, al tiempo que fue constituida la Coordinadora por la Defensa de la Vida y de la Soberanía Nacional.
La Declaración , anunciada por Lina Solano, de la Coordinadora Campesina Popular de Morona Santiago, fue producto de un trabajo colectivo, en el que intervinieron representantes de los pueblos en lucha, el 24 y el 25 de enero, durante el desarrollo del Encuentro.
Manifiesto por la Vida, mayo 2002 LA DEVASTACIÓN Nuestro planeta atraviesa por una gran crisis ambiental, producto de un sistema depredador, que a pretexto de crecimiento macroeconómico, desarrollo, progreso y más falacias, ha conducido al empobrecimiento masivo de la población, a la exclusión y la injusticia social, a la destrucción de los ecosistemas, a la mercantilización de la vida poniendo precio y apropiándose de la biodiversidad y de los conocimientos ancestrales, irrespetando nuestras culturas, imponiéndonos su modelo consumista y un estilo de vida insustentable. La globalización neoliberal que cobija la codicia de las corporaciones empresariales, ha llevado a límites insostenibles las más grandes disparidades: la concentración de la riqueza en contados grupos de poder a nivel nacional y mundial a costa de la miseria y carencia del sustento básico en los hogares, la brecha cada vez mayor entre países ricos y pobres por la expoliación persistente de su patrimonio natural y humano, la contradicción entre la generación de alto nivel en ciencia y tecnología coexistiendo con el hambre y las enfermedades del subdesarrollo. Los grandes intereses económicos ligados al poder político, subyugan a los pueblos y países valiéndose de instrumentos y organismos internacionales, tales como la OMC, que promueve el comercio de la biodiversidad, y los organismos financieros multilaterales (Banco Mundial, FMI, BID y otros) que imponen las concesiones para explotación minera. Es el dominio de las transnacionales mineras, petroleras, hidroeléctricas, madereras… que a su paso han dejado devastación, enfermedades, muerte, apropiación de tierras en pocas manos, explotación de la fuerza de trabajo local, trabajo infantil, desocupación y miseria. La minería a gran escala — de concesión exclusiva a las transnacionales — causa gravísimas e irreversibles consecuencias sobre el ambiente y la salud de la población, socavan los valores culturales y éticos, destruyen tradiciones vitales para el sostén de la solidaridad y unidad de las comunidades y familias, generan conflictos y problemas sociales como el alcoholismo, la drogadicción, la prostitución, el juego de azar, la violencia intrafamiliar contra la mujer y niños/as. No existe un solo ejemplo a lo largo y ancho del mundo, en el que luego de la explotación minera de las transnacionales, las poblaciones tengan el ansiado progreso, hayan elevado su calidad de vida, exista la remediación ambiental prometida; todo lo contrario, lo único que queda son las migajas de pequeñas donaciones, mayor empobrecimiento ambiental y humano. Cuando se agotan los yacimientos de minerales las comunidades se quedan con tierras devastadas, quiebran las pequeñas economías de subsistencia con el abandono de la actividad agropecuaria para dar paso a prácticas consumistas, se fomenta la migración de los trabajadores rurales para volverlos esclavos de las mineras y se vulnera en todos los sentidos la vida de hogares campesinos e indígenas. La destrucción generada por las mineras transnacionales abarca graves daños a fuentes de recursos hídricos y la apropiación del agua en beneficio de muy pocos. El líquido vital es cada vez más necesario para los pueblos y no se puede continuar entregándolo a las transnacionales.
NUESTRA CONVOCATORIA
Las comunidades, organizaciones y ciudadanas/os partícipes del ENCUENTRO DE LOS PUEBLOS POR LA VIDA, unidos con ese objetivo, demandamos del Estado y del Gobierno Ecuatoriano: Declarar al Ecuador PAÍS LIBRE DE MINERÍA A GRAN ESCALA, que implica la nulidad de concesiones y el cese inmediato de las operaciones de mineras trasnacionales y sus subsidiarias, ratificando hasta tanto la suspensión de las actividades de minería a gran escala en Morona Santiago, Zamora Chinchipe e Imbabura. Le decimos un rotundo NO a la minería de gran escala y a cielo abierto. ¡Esta posición de los pueblos no es negociable! Demandamos a la par la moratoria en la ampliación de la frontera petrolera. Que las empresas transnacionales y nacionales, las instituciones públicas y las militares, rindan cuentas y respondan económica, social y judicialmente, por sus actividades destructivas y riesgosas que tienen impacto sobre el ambiente y la salud de la población.
Fortalecer la pequeña producción agropecuaria en el marco de una política de soberanía alimentaria, que garantice el sustento básico para nuestros hogares. Defender el derecho al agua como un derecho humano. Impedir toda forma de apropiación del agua por parte de las transnacionales, incluyendo la construcción de presas multipropósito que afecten el derecho comunitario al agua, procediendo a la suspensión inmediata y la nulidad de este tipo de concesiones de agua. Exigimos el retiro inmediato de las fuerzas armadas, militares y paramilitares, de las zonas en conflicto, así como la investigación y sanción ejemplarizadora por sus violaciones a los derechos humanos.
Demandamos se archiven los procesos judiciales instaurados en contra de los dirigentes comunitarios. Se implementen mecanismos de participación real de las comunidades, con capacidad de decisión y fiscalización en tomo a las políticas y programas que les involucren. Nos declaramos en rebeldía y abierta oposición al latrocinio y depredación que cometen las mineras transnacionales. Convocamos a todos los pueblos y organizaciones populares del país a unirnos y hacer causa común para frenar este desastre ecológico, económico y social, para defender la vida. En base a lo expuesto, nos constituimos en una coalición de organizaciones y comunidades: la COORDINADORA POR LA DEFENSA DE LA VIDA Y DE LA SOBERANÍA NACIONAL. Exhortamos a todos los pueblos a integrarse y participar de las siguientes estrategias políticas y organizativas:
Promover la investigación y alternativas viables a nivel local y regional, con el apoyo y la asesoría de universidades y centros de desarrollo tecnológico. Difundir información en forma amplia y sistemática, compartir experiencias sobre las diferentes formas y estrategias de lucha en el ámbito de la minería. Promover concepciones y prácticas afectuosas y de respeto a la naturaleza, la diversidad cultural y los derechos humanos, a ser trabajadas en la educación formal y no formal. Realizar campanas de educación para aumentar la conciencia de las comunidades sobre los impactos de la industria minera, la globalización en general y la relación de estos fenómenos con su propia situación.
24-27 de enero de 2007 COORDINADORA POR LA DEFENSA DE LA VIDA Y DE LA SOBERANÍA NACIONAL