en Aborígenes australianos.
Se acusa a la mina de uranio Ranger en el Parque Nacional.
Kakadu Liz Minchin y Lindsay Murdoch
The Sydney Morning Herald, 23 de noviembre de 2006
(Traducción César Padilla)
Los índices de cáncer entre las personas Aborígenes que viven cerca de la mina de uranio más grande de Australia parecen ascender casi al doble de la proporción esperada como muestra un estudio que está llevando el organismo indígena del gobierno Federal. El estudio también encontró que no había habido monitoreo alguno en los últimos 20 años del impacto de la mina Ranger en la salud indígena local. Justo desde 1981 ha habido más de 120 fugas y goteras de agua contaminada en la mina ubicada en Kakadu en un parque nacional.
El Herald cree que el estudio realizado por el Instituto Indígena australiano y el Torres Strait Islander Studies se someterá al grupo de trabajo de energía nuclear del Gobierno dirigido por Dr Ziggy Switkowski que esta semana entregó un borrador del informe del proyecto, limitando la expansión de minería de uranio.
El estudio comparó el número de Aborígenes diagnosticados con cáncer en la región de Kakadu, con la proporción de cáncer entre todas las personas Aborígenes en el territorio norteño entre 1994 y 2003. Encontró que la proporción del diagnóstico con 27 casos informados, era superior en un 90 por ciento al esperado.
Mientras los autores del estudio enfatizaron que era sólo un hallazgo preliminar, concluyen que la proporción de cáncer más alta era "causa de preocupación seria y más investigación sobre el tema estaría claramente garantizada”.
También requirieron monitoreo contínuo de salud para todas las comunidades indígenas que viven cerca de las minas de uranio existentes y proyectadas, a un costo de $450,000 por año. Ayer, en Energy Resources of Australia que opera la mina Ranger negaron que las personas que viven en Jabiru y otras comunidades cercanas a la mina estuvieran siendo expuestas a niveles anormales de radiación.
El mes pasado, “ERA” cuyo mayor accionista es el gigante Río Tinto, anunció la extensión de la vida de Ranger por seis años hasta 2020, para que pudiera extraer 11,000 toneladas adicionales de uranio de las reservas existentes de mineral de bajo grado.
En 2003, un comité del Senado opinó que la regulación de la mina Ranger tenía fallas, era confusa e inadecuada ". Tres años después, el Gobierno de Howard todavía no ha respondido sobre las recomendaciones al comité del Senado.
Anoche los dueños tradicionales de la tierra respaldaron la necesidad de un monitoreo independiente sobre los efectos de salud de la minería. Un portavoz de los habitantes de de Mirarr dijo que mientras la Oficina Federal de la Supervisión Científica monitorea los impactos medioambientales de la mina, " escasa atención se ha prestado a los efectos en la salud".
El portavoz del ministro federal de salud, Tony Abbott, dijo que los resultados del estudio en las cifras de cáncer eran "cuestionables". El ejecutivo jefe de la sección de salud de Territorio Norteño, Robert Griew, dijo también que el informe no demostró relación alguna. "Los numerosos cánceres encontrados no son casos típicos de cánceres causados por la radiación sino que cubre el rango de cánceres que reflejan un estilo de vida, como fumar, la mala dieta e infecciones.