A menos de 72 horas de completar la nacionalización de los hidrocarburos, el Estado boliviano asume hoy el control de sus recursos minerales, lo que ratifica el proceso de cambios encabezado por Evo Morales. De acuerdo con fuentes del ministerio de minería, la estrategia será anunciada en la sureña localidad de Huanui, escenario de un reciente choque armado entre cooperativitas y mineros estatales, con saldo de 61 muertos y decena de heridos. La Paz, 31 octubre (PL) —.
A menos de 72 horas de completar la nacionalización de los hidrocarburos, el Estado boliviano asume hoy el control de sus recursos minerales, lo que ratifica el proceso de cambios encabezado por Evo Morales. De acuerdo con fuentes del ministerio de minería, la estrategia será anunciada en la sureña localidad de Huanui, escenario de un reciente choque armado entre cooperativitas y mineros estatales, con saldo de 61 muertos y decena de heridos.
El titular del ramo, Guillermo Dalence, señaló a Prensa Latina que hasta último momento el ejecutivo y las partes deliberaron sobre los principales acuerdos para poner fin al contencioso y desarrollar una de las zonas más ricas en estaño del país. Entre esos convenios sobresale la incorporación de más de cuatro mil cooperativistas de la estatal Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL). Ese plan incluye además la participación del Estado en toda la cadena productiva: exploración, explotación, tratamiento de concentrados, fundición y comercialización de los minerales.
El eje de la nueva política, agregó, es también la realización de auditorías a los actuales contratos en el sector y la firma de nuevos convenios, lo cual permitiría elevar los beneficios al país. Dalence precisó que para implementar esas transformaciones deberá aprobarse un Código Minero, que establezca la una nueva forma de regular y legislar la actividad en esa rama.
Asimismo precisó que toda transformación será transparente y respetará la legislación vigente, incluida la aprobación en el Congreso de las nuevas medidas.
La existencia de estaño en el cerro de Posokoni, centro del conflicto, dijo, y el incremento de la capacidad de tratamiento de una planta de minerales hará posible la incorporación de los cooperativistas a COMIBOL
De acuerdo con la propuesta, esos trabajadores mantendrán sus actuales áreas de trabajo en el mayor yacimiento de estaño de Bolivia, cuyas reservas están evaluadas en 586 millones de dólares, y podrán trasladarse hacia otras cercanas. La ampliación de la planta de Machacamarca, para el tratamiento de estaño y derivados tiene una capacidad de 500 toneladas por día y permitirá la oferta de más empleos, precisó Dalence. El entendimiento garantizó además el pago de compensaciones humanitarias a las familias de 16 víctimas fatales en ese choque.
Dicho acuerdo aseguró igualmente la atención a los heridos y la reconstrucción de decenas de viviendas destruidas con explosivos en la refriega y creó condiciones para un diálogo sobre la explotación compartida de la veta en disputa.
Sobre el particular, el presidente Morales ha expresado que los yacimientos en manos del Estado significan escuelas, salud y empleo, pero en manos de cooperativistas benefician exclusivamente a un sector que opera bajo el sistema privado. A juicio del presidente de la Comisión de Desarrollo Económico de la Cámara de Diputados, Jorge Silva, si los empeños oficiales no se plasman en salidas estructurales y definitivas, los violentos enfrentamientos pueden reanudarse en la zona en tres o seis meses.
Silva recordó que el conflicto deriva de las consecuencias de la política neoliberal iniciada en 1985 y que significó el despido de más de 20 mil obreros de la minería estatal, los cuales tuvieron que buscar otras formas de subsistencia, como integrar cooperativas.
Además, el neoliberalismo redujo a la minería estatal al rol de simple administradora de contratos, sin *****plir labores de prospección o explotación, lo que agravó la situación de su personal, generando un grave problema de pobreza, aseveró.